En el punto exacto - Relatos Eróticos

En el punto exacto

Es un cambio de rol poco común entre ellos. Esta vez es Daisuke quien tiene a Ken extendido en la cama delante de él, desnudo, excitado y erecto, esperando a que este haga algo. La paciencia nunca fue el punto fuerte de Daisuke y cuanto más lento se mueve Ken en la cama, menos paciencia tiene Daisuke,tampoco que tenga mucha a decir verdad. Daisuke se asienta entre los muslos entreabiertos de Ken, inclinándose y besándolo. Ken gime en su boca mientras Daisuke corre una punta de dedo pulido contra su agujero, presionando ligeramente, suavemente. Ken tiembla y se retuerce contra él, balanceándose hacia abajo sintiendo el dedo entrando y Daisuke intentando meterlo en más profundidad con una sonrisa

-Eres demasiado flojo-. Ken juega con el quejándose mientras se separan un poco, aún moviéndose un poco inquieto bajo el toque de Daisuke

Este no le responde, en lugar de eso arrastra unos cuantos besos por su pecho, deteniéndose brevemente para lamer cada pezón, dándole a cada uno un mordisco suave antes de hacer su camino más abajo. Ken enreda sus dedos en el cabello de Daisuke mientras este finalmente empuja su dedo hasta dentro de él, chupa una marca en el muslo de Ken , empujándolo unas pocas veces antes de añadir un segundo dedo. Ken gime, las caderas se arquean de la cama por un momento mientras Daisuke lo estira hacia afuera, lamiendo una línea desde su muslo hasta su cadera, chupando el pliegue donde se encuentran los dos. Ken se agarra al cabello de Daisuke y gime, ...

... follándose a sí mismo en los dedos de Daisuke la respiración viene en jadeos ásperos.

Daisuke cruza sus dedos dentro de Ken y este aúlla cuando Daisuke encuentra el punto exacto dentro de él y ambos sonríen emocionados, dientes arrastrando a lo largo de la cadera de Ken mientras frota contra ese punto sin piedad, Daisuke se aleja un poco cuando Ken respira con un medio sollozo, el placer lo abruma. Se desliza un tercer dedo y aparecen nuevos gemidos, una mirada de ligera incomodidad cruza su rostro antes de volverse de placer.

-¿Estás bien?-. Pregunta Daisuke, musitando la cadera de Ken

-Sería mejor si chuparas mi polla mientras estás allí abajo-. Ken gruñe de placer, mirando a Daisuke con tanto calor en sus ojos que este casi hace lo que le dijo, pero se detiene porque quiere que Ken se corra de la manera en que lo está haciendoa hora , sólo sus dedos dentro de él, presionando contra sus lugares más íntimos.

Su ritmo se hace un poco más rápido, un poco más áspero y sus dedos se acurrucan contra el lugar adecuado para que Ken se encuentre con sus empujes, las caderas arqueadas, la polla goteando hacia su estómago. Daisuke se inclina hacia arriba y lo lame, evitando la polla de Ken.

Este último hace un ruido frustrado hasta que Daisuke presiona sus dedos contra su punto dulce y sigue acariciándole los dedos una y otra vez, forzando a Ken a manejar todo el ardiente placer que barre su cuerpo mientras él se arquea, los dedos de los pies se encrespan, los muslos ...