1. SECUESTRADA (1)


    Fecha: 25/07/2021, Categorías: Dominación / BDSM Autor: noespabilo, Fuente: SexoSinTabues

    ... habitaciones. Yo me planté en mi decisión de seguir trabajando. Pedro salió del piso dando un portazo. Regresó a las tres de la madrugada. Venia bebido, bastante. Trató de llevarme a la cama para follar conmigo… No lo permití. Lo dejé en nuestro dormitorio y me fui a dormir con mi hija. Al despertar por la mañana me llegó olor a café. Me extrañó. Fui a la cocina y Pedro había preparado el desayuno. — Buenos días Ani. … Anoche me pase un poco ¿No? — Dijo Pedro en tono de disculpa. — Un poco no… Un mucho… Pero ya pasó ¿No?… —Respondí. — Si ya pasó — Contestó. Me extrañó la pasividad con la que aceptó que yo siguiera trabajando, pero tampoco me preocupó. Y seguimos con nuestras vidas. Normalmente nuestra actividad sexual era… escasa. La monotonía, el trabajo. Los hijos en casa, no facilitaban las cosas. En los últimos tres o cuatro años, llegamos a estar dos, tres semanas sin contacto sexual. A mí no me preocupaba mucho, pero sospechaba que mi marido tenía algún que otro lio por ahí. Desde que empecé a trabajar Javier intento acercamientos en dos o tres ocasiones y lo rechacé amablemente. Lo entendió, o así lo creí y no insistió. Había transcurrido un mes en mi nuevo trabajo en el que los medios días salía a comer con alguna compañera de trabajo en los bares restaurantes de los alrededores del centro. Los niños comían en los comedores de los colegios. Una de las ocasiones coincidimos Javier y yo a la salida y me dijo que él comía en un restaurante que yo desconocía. Era más ...
    ... barato y la comida aceptable. Me propuso ir juntos y acepté. Se convirtió en costumbre, desayunábamos, comíamos juntos, tomábamos café juntos… Un día que encontramos el restaurante cerrado, me propuso ir a su casa. Él prepararía algo para comer… Y acepté… Preparó unos espaguetis, comimos… Y no ocurrió nada más. Pero se convirtió en costumbre. Todos los días nos desplazábamos a su casa a comer y un día… Dispuso una deliciosa comida, conocía bien mis gustos. Bebimos más vino de la cuenta y… Acabamos follando como locos… Esto ocurría como un mes después de empezar con mi trabajo. No era la primera vez… Cuando salíamos juntos, en la universidad, antes de conocer a Pedro, follamos en dos o tres ocasiones, no era nada del otro mundo y creo recordar que solo en una llegué a correrme. Pero ahora era distinto. Había adquirido experiencia. Sabía cómo llevarme a las más altas cimas del placer comiéndome el coño, acariciando cada rincón de mi piel. Con los dedos en el interior de mi vagina, acariciaba una parte de mí que yo desconocía. Los orgasmos que me provocaba en ese punto hacia que me meara en sus manos. Él decía que no era orina, se trataba de la eyaculación femenina. Algo que la mayoría de las mujeres no llega a experimentar jamás. Y yo lo sentía cada vez que Javi me introducía los dedos. Otra experiencia extraña fue la penetración anal… Antes jamás lo había experimentado. Pedro me lo quiso hacer en alguna que otra ocasión, pero me negué rotundamente. Me parecía sucio y degradante. ...
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