1. Buenas compañeras


    Fecha: 19/07/2021, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Rober XL, Fuente: CuentoRelatos

    ... "Uhmmm, Él nunca me ha follado ni la mitad de bien que tú. Sigue, por favor, sigue". - "Sí, fóllame, ¡¡qué polla tienes, Róber!!". - "Sí, ¡¡ah!! Te gusta follar mujeres casadas, ¿verdad cabrón?" le murmuré como pude entre gemidos. En realidad era como me sentía, una puta, una puta traidora y en estos pensamientos llegó el postre, aquel dulce y anhelado segundo orgasmo de la noche. No intenté ni evité gritar y convulsionarme de placer, cuando de repente, un pensamiento vino a mi mente. Aquello que terminaría de convencer a Vero de que estaba realmente siendo forzada, violada.
    
    - “Róber, ahora dame por el culo, cabrón” Le indique a Róber en voz baja, pero con total determinación, enrabietada por tener que caer tan bajo.
    
    Cesó de moverse y mirándome me susurró.
    
    - “Repítelo”. Dijo.
    
    - "No, por favor" Le ronroneé con toda la sensualidad que pude, aunque con cierto temor dado el tamaño de su miembro. En cuanto Róber pudo borrar su cara de asombro, dijo:
    
    - "Vero, ¿no crees que esto hay que disfrutarlo aún más?" le dijo -"Vamos guarra" me ordenó a mí. Recogió mi pelo en un puñado y tirándome de él hacia abajo me obligó a arrodillarme enfrente de él.
    
    Bien, pensé para mis adentros, pienso hacerle la mejor mamada de su vida, se correrá y acabaremos con esto de una vez.
    
    Comencé despacito y mirándole a los ojos, como me habían pedido todos los hombres a los que se la había comido en mi vida, y de la forma más sensual que sabía. Su polla olía y sabía a mí. Primero, la ...
    ... recorrí de arriba abajo con la lengua, mis labios jugaban con sus pliegues y venas. Luego metí su cabezota en mi boca, succionando y lamiéndola con fuerza. Aquellas caricias volvían loco a mi marido y al parecer también a Róber:
    
    - "Joder, qué bien la chupa la guarra de tu jefa” Gritó. Mentiría si dijese que no gustó oír sus palabras, tanto que mi lengua redoblo sus esfuerzos por hacerlo aún mejor. Él me sobaba las tetas sin parar pero me sorprendió cuando, tirándome del pelo hacia atrás, me la saco de golpe de entre los labios. Cogió entonces mi mano derecha e hizo que yo agarrara su enorme erección. El anillo de casada relucía en la noche, Róber guiaba mi mano a lo largo de su pene, arriba y abajo, recreándose en la visión de mi anillo de casada. ¡¡Cómo resistía tanto!!
    
    Aquella escena pronto se vio perturbada. Mi móvil empezó a sonar dentro del bolso, y aterrorizada pensé: “Seguro que es marido, ¿quién si no me llamaría a estas horas?” Róber aprovechó la interrupción para incorporarme pegándose a mi espalda, pretendiendo enseguida metérmela por la puerta de atrás.
    
    -"Por qué no lo coges. Será divertido" me susurró al oído.
    
    - "¡¡No!!" dije yo, y nada más decir esto noté como empezaba a abrirse camino en mí.
    
    - "¡¡Aaahhhg!! Despacio por favor". Mi móvil seguía sonando y el cabrón de Róber hizo intención de cogerlo. Instintivamente quise darle un empujón qué lo impidiera, pero eso hizo que Róber entrase de lleno. Grité de dolor.
    
    Allí acabó todo. De repente, tras ...