1. Arrepentidos los quiere Dios. (Capítulo 55)


    Fecha: 19/07/2021, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Febarsal, Fuente: CuentoRelatos

    ... mis cabellos. La escena para un voyeur, hubiera sido excitante; para nosotras era simplemente la demostración de un amor sincero y puro.
    
    La acción la repitió exactamente en mí: me levanto los brazos, besó los míos, y me desnudó completamente, ya que nada más llevaba debajo.
    
    Si la primera vez que hice el amor con Marga me devoraba la pasión, esta vez me enaltecía la ternura.
    
    Nuestros besos eran suaves, armoniosos, ¡cómo queriendo no mancharlos de lujuria! Ambas lenguas se entrelazaban formando figuras caprichosas extraídas del alma. Me pidió un cigarrillo.
    
    --¿Pero fumas, Marga?
    
    --No. Pero quiero que lo hagas tú, y aspirar el humo de tu boca.
    
    Aunque fumo poco, siempre llevo un paquete de cigarrillos de tabaco rubio americanos con filtro. Encendí uno con la vela que apenas iluminaba la estancia; aspire profundamente...
    
    --¡Dame el humo de tu boca!
    
    Junté mi boca a la suya, al sentir el contacto de sus labios, abrí los míos para que ella pudiera aspirar... Y
    
    Aspiró tan profundamente, que parecía querer llevarse mi alma a través del humo.
    
    De súbito sentí como su mano derecha se deslizaba como una madreselva por mis muslos; se me puso la carne de gallina. Espera con infinita esperanza el contacto de sus dedos con mi clítoris que empezaba a estremecerse.
    
    Se posaron en la ...
    ... vulva lo mismo que una mariposa se posa en una flor. Cerré mis piernas y aprisioné su mano entre ellas, no quería que se escaparan de "esa cárcel"; que permanecieran allí en cadena perpetua.Fue la obra más sublime realizada por unaDiosa de la Masturbación.
    
    Quise ser también yo otra divinidad del placer. Recorrí con mi lengua desde la garganta hasta su vulva todos los valles y desfiladeros de su cuerpo. Al llegar al "Monte Sagrado", Marga se abrió de piernas para "ofrecerse al sacrificio".
    
    Y fue la "ofrenda" más grande que hice en mi aparatosa vida sexual. Saboreé todas las substancias que emanan en cascada de aquel principio de la vida.
    
    Rocé la perfección del amor. Los sentimientos ante aquella catástrofe, afloraron en mi alma con tal intensidad, que comprendí que el amar no es sólo placer, también da dolor.
    
    Nuestros orgasmos fueron extraídos del alma y del corazón, porque nuestras exaltaciones así lo quisieron. Creo que este encuentro sexual, fue más cósmico que terrenal, porque juro que vi el Universo entero en los brazos de Margarita.
    
    Quedamos las dos exhaustas, consumidas hasta lo más insondable de nuestras esencias. Nuestros ojos, sollozaban de alegría a pesar de tanto dolor alrededor nuestro.
    
    Fue sin duda el milagro del amor.
    
    Los niños seguían durmiendo como angelitos. 
«123»