1. Mi vecino Germán


    Fecha: 17/07/2021, Categorías: No Consentido Autor: fernandete, Fuente: CuentoRelatos

    ... estocadas. Me llevó al cielo, nunca me habían culeado de esa forma, ni siquiera mi marido. Claro que yo aún no me enteraba que era otro macho el que enculaba de esa manera, mis expresiones no se hicieron esperar:
    
    - Que delicia nene, nunca me habías culeado así. Me cojes como un verdadero macho, no pares de darme pija amor.
    
    Creo que mis gemidos se escucharon hasta tres casas de distancia, no me importaba. Me estaban dando por el culo como si no hubiera un mañana y mi segundo orgasmo se aproximaba como una locomotora a toda máquina. A pesar de que la verga de aquel sujeto parecía incansable, por fin parecía vencerse pues nuevamente escuché sus resoplidos y quejidos, supe que era el momento esperado:
    
    - ¡Ni se te ocurra venirte en mis nalgas! Lléname las entrañas con tu semen, quiero ordeñar tu verga con mi ano.
    
    Fue como si estuviera esperando mi orden porque justo al terminar esa frase me hundió su pito hasta el fondo y comenzó a expulsar leche hirviendo en mi interior, chorros y chorros llenaron mi agujero, incluso se comenzó a escurrir hacía afuera de tanto líquido que ese hombre tenía en sus huevos. Recibir ese semen caliente detonó mi clímax, explotando en un intenso y prolongado orgasmo. Nunca pensé que un orgasmo provocado vía anal me pudiera hacer vibrar de esa manera. Al vecino se le fueron todas las fuerzas en esa corrida, cayendo rendido a mi costado. Mi cuerpo también se colapsó y caí de igual forma a su lado:
    
    - Has estado genial esta noche mi amor, ...
    ... ya hasta te he perdonado tu canallada – le suspiré con voz baja. Llevé mi mano a su rostro para acariciarle y respingué al tocar su piel: ¡no llevaba barba! (mi marido siempre se deja la barba). Enseguida me removí la venda, encendí la lámpara del buró y por fin lo miré: ¡era el vecino Germán el que yacía en mi cama! Quedé muda y quise gritar, pero me sujetó súbitamente y tapó mi boca con una de sus manos.
    
    - Shhhhhh tranquila vecina. No hay por qué hacer lío, sé muy bien que tu marido tardará en llegar. Descuida, no te haré dañó. Será mejor que me retire, ya tuve suficiente con romperte el ojete como regalo de aniversario de bodas.
    
    Ahí estaba yo con el culo recién roto por un hombre que no era mi marido, aun goteando leche de mis entrañas y sin saber qué decir ni hacer. Germán se vistió y me dijo que cuando quisiera irle a visitar a la carnicería, que en la parte de atrás tiene un apartado donde con mucho gusto me volvía a encular, luego se marchó.
    
    Mi marido llegó como a las 5:00 am directo a dormir en el sofá de la sala. Menos mal que no se le ocurrió llegar a la cama, hubiera notado la deslechada que había por doquier. Me levanté temprano y luego de ducharme limpié la recámara para borrar evidencias. Mi marido despertó mucho muy tarde, pidiéndome perdón y esas cosas. Me hice la enojada por varios días, ganado un poco de tiempo en lo que mi ano volvía a la normalidad, lo sentía muy sensible e irritado. Gracias a esa experiencia las relaciones anales con mi esposo ...
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