1. La putísima madre (capítulo 4)


    Fecha: 15/07/2021, Categorías: Dominación / BDSM Autor: juliomarkov, Fuente: CuentoRelatos

    ... ardiente.
    
    Cuando llegamos a nuestro destino, ya completamente desnudos, me empujo sobre la cama, se ensartó en mi verga y comenzamos con la enésima culeada del día. Iniciaba una nueva y vigorizante sesión de sexo anal. Era la primera vez que cogíamos en la cama matrimonial. Yo pensé en mi padre. Me preguntaba qué pensaría de su esposa ejemplar si la viera cabalgándome desesperada, con mi pija clavada entera en el orto, mientras él andaba corriendo como un boludo detrás de una pelotita fosforescente.
    
    Recién me di cuenta del tiempo que hacía que estábamos garchando cuando sonó el celular de mi madre. Ella, sin dejar de cabalgarme, se inclinó hasta recoger el aparato en la mesita de luz y atendió. Era mi padre. Sorpresivamente, la enigmática dama puso el teléfono en modo altavoz y lo arrojó sobre la cama, al costado de nuestros cuerpos desnudos y en arrebatado frenesí.
    
    —Hola querido, te pongo en el altavoz porque tengo las manos ocupadas –dijo mi madre, y comenzó a manosearme toda la extensión de mi pecho, quizá como forma de justificar lo que acababa de decir.
    
    A continuación, escuchamos la voz de mi padre sonando en el teléfono:
    
    —Acá ya terminamos de jugar con los muchachos, ¿vos qué hacés? –le preguntó.
    
    —Yo estoy dale que dale con tu hijo desde que te fuiste, no hemos parado un segundo, terrible partido estamos jugando –le dijo ella mientras me sonreía y colocaba su dedo índice perpendicular a su boca exhortando mi silencio.
    
    “¿Qué hace, está loca?”, ...
    ... pensé yo, y la fulminé con la mirada en gesto de reprobación a su insensata osadía.
    
    Sin embargo, el riesgo de ser descubierto e imaginarme que mi viejo se enteraba de que lo estábamos haciendo cornudo en su propia cama me calentó como nunca. Mi madre seguía galopando como si nada mientras hablaba. Yo, sin dejar de recibir su voluptuosa humanidad sobre mi pija, una y otra vez, esperé ansioso la respuesta de mi padre.
    
    —¡Ah no no!, no me digas que te enganchaste con esa pavada de los videojuegos. No lo esperaba de vos, ja ja. Bueno… llamaba para avisarte que me voy a quedar un rato más en el club tomando unas cervezas con los muchachos. No te molesta ¿no?
    
    —No, querido, dale tranquilo, igual con tu hijo todavía estamos lejos de terminar, si seguimos como hasta ahora seguro que vamos a cinco sets –le respondió mi vieja entre salto y salto.
    
    —¡Ah! ¿Tiene un juego de tenis el pendejo? No sabía. Si aprendo a jugar le doy la paliza... ja ja ¡Qué disparate! te enganchaste a jugar a esa mierda sólo por hacerle un favor a tu hijo, tiene razón la novia del nene: sos ejemplar.
    
    Mientras mi padre continuaba con la repetida reflexión, mi madre comenzaba a cruzar los umbrales de un gran orgasmo.
    
    —¡Aaaaah, ay ay ay ay! –se escapó se su boca, la cual tapó rápidamente con su mano, mientras expelía de su concha un largo chorro, que salía disparado hacia arriba como un delicioso geiser, bañando parte del respaldo de la cama y la pared. ¡Terrible milf squirt!
    
    —¿Qué pasa nena, estás ...