1. La putísima madre (capítulo 4)


    Fecha: 15/07/2021, Categorías: Dominación / BDSM Autor: juliomarkov, Fuente: CuentoRelatos

    ... de saber que mis deslices habían quedado atrás. Me sentía completamente renovado, curado, libre del germen del incesto. Mi madre, inmutable, recibió los elogios como si realmente fuera la persona que todos creían que era.
    
    Cuando mi padre terminó su discurso ya todos habíamos terminado el plato principal. Así que su ejemplar esposa se marchó a la cocina para servir el postre. Minutos después me llamó para que la ayudara. Yo dejé a mi novia conversando con mi padre y me levanté de la mesa para acudir a su llamado.
    
    Cuando entré en la cocina, para mi desgracia, no pude evitar romper la sana restricción que yo mismo me había impuesto y miré a mi madre de arriba a abajo. Ella estaba contra la mesada sirviendo el postre, así que la examiné desde atrás. Llevaba una blusa de color beige y un jean ajustado que resaltaba su excelsa figura. Estaba hermosa y sutilmente sexy.
    
    Al confirmar mi presencia, giró despacio su cabeza hasta que hicimos contacto visual y, mientras ponía esa carita de puta diabólica que tanto me podía, me invitó a acercarme a ella moviendo su dedo índice en forma pendular. Luego, sin darse vuelta e inclinándose levemente hacia adelante, enganchó sus dedos pulgares en la cintura de su pantalón y, cinchando hacia abajo, comenzó a bajárselo lentamente. Su tremendo culazo fue apareciendo de a poco, adornado por una tanguita negra tan pequeña y tan enterrada en sus cachetes que parecía ausente. ¡Qué culote espectacular! La extraordinaria hembra continuó bajando ...
    ... su jean hasta que su portentoso ojete quedó totalmente al descubierto.
    
    Como estarán imaginando, al contemplar ese maravilloso amanecer de nalgas, tuve la gran recaída. ¿Cómo resistirme a esa abundancia de redonda carne? Mi verga salió disparada hacia adelante como queriendo romper la barrera que le imponían los pantalones. Sin más, me abalancé sobre ella, le bajé la tanga jalándosela violentamente y le completé el orto. A partir de ahí: ritmo y más ritmo. Otra vez estaba yo culeándome a mi vieja. Esta vez de parado contra la mesada y a unos pocos metros de mi padre y mi novia. Si alguno de ellos hubiera entrado a la cocina en ese momento seguramente hubiera significado la destrucción de la familia perfecta. Obviamente ese riesgo me excitó hasta el límite.
    
    Mientras arremetía violentamente su culo contra mi verga, mi vieja volvió a girar su cabeza y me susurró al oído:
    
    —Sos mío pendejo, que te quede claro –y siguió a puro culazo hacia atrás, como castigándome por ignorarla dos días enteros.
    
    La hija de puta lo había hecho de nuevo. Ya me tenía otra vez en sus garras, totalmente indefenso a merced de su precioso orto.
    
    —Avisame cuando estés por acabar –me dijo bajito y jadeando.
    
    —Yaaaaaa –le respondí en el mismo tono mientras le sacaba la pija del culo.
    
    Entonces ella agarró mi verga con una mano, el plato que contenía el postre de mi padre con la otra, y lo manguereó con mi acabada, elaborando una improvisada decoración albar. A la puta degenerada le excitaba ...
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