1. Un nuevo vecino en el barrio (3)


    Fecha: 29/06/2017, Categorías: Grandes Series, Autor: señoreduardo, Fuente: CuentoRelatos

    -Ay, gracias, señor… -dije ruborizándome…
    
    -Date vuelta…
    
    -Sí, señor…
    
    Giré y ya de espaldas lo oí exclamar:
    
    -¡Qué culo! ¡Qué culito tan lindo!...
    
    -Ay, señor Abelardo…
    
    -¿Me vas a dar ese culito?
    
    -Sí… S… Sí, señor Abelardo… Siempre tuve ganas, pero… pero nunca me animé… Me da miedo, ¿sabe?... pero… pero con usted quiero…
    
    -Date vuelta… Vení…
    
    Cuando me puse de frente vi que se había quitado la bata y que, como yo había imaginado, no llevaba nada debajo… ¡Su verga lucía maravillosamente erecta!… Mis piernas temblaban de miedo y emoción a la vez…
    
    Me tomó de la mano, me atrajo hacia él y se puso a besuquearme en la boca, en el cuello, en los hombros mientras sus manos aferraban mis nalgas y yo ardía de ganas de la cabeza a los pies
    
    -¿Vas a ser mi putita? –me murmuró al oído…
    
    -S… sí… Su putita, su… lo que usted quiera voy a ser…
    
    -¿Es tu primera vez, Jorgito?...
    
    -Sí, señor Abelardo… Por eso tengo miedo… Pero también muchas ganas…
    
    -Sos muy putita…
    
    -Sí…
    
    -Y conmigo vas a ser cada vez más putita…
    
    -Sí, señor Abelardo, eso quiero… Ser… ser cada vez más putita para usted… ¿Le… le puedo hacer una pregunta, señor?
    
    -Claro…
    
    -¿Usted… Usted ya estuvo alguna vez con un chico?...
    
    -No… Vos sos mi primer nene… Pero basta de charla, Jorgito… Te tengo muchas ganas… Lo primero que vas a hacer es tomar un biberón…
    
    -Ay, sí…
    
    -Y vas a tragar hasta la última gota de leche de ese biberón…
    
    -Qué lindo biberón tiene, señor… -dije atrevido ...
    ... mirando su verga, que seguía apeteciblemente erecta…
    
    -Bueno, arrodíllate y abrí bien grande la boquita…
    
    Obedecí y un segundo después tenía en la boca esa pija bien dura y de un delicioso sabor… ¡Ay, mi primera mamada!... Chupé y chupé fascinado y lamí también desde los huevos hasta el glande una y otra vez y me calentaba muchísimo oír como él gemía y me alentaba:
    
    -Así… Sí, putita, así… ¡Así!...
    
    No sé cuánto tiempo estuve chupando y lamiendo… Quería que eso no terminara nunca pero a la vez ansiaba que me echara su leche y tragarla toda… Me sentía ya totalmente lanzado como putito, o mejor como putita… Me calienta mucho sentirme una putita y el señor Abelardo me hace sentir así…
    
    Esa primera vez me inundó la boca de leche, fue tal la cantidad que me costó tragarla toda, pero lo hice y mientras la estaba tragando sentí muchas ganas de probar esa verga por el culito…
    
    Él se tendió a descansar un rato, pero antes me prometió:
    
    -En cuanto recupere fuerzas te la doy por el culo, así que preparate, Jorgelina…
    
    -¿Jorgelina?...
    
    -Sí, ya no más Jorgito, a partir de ahora sos Jorgelina… ¿O acaso no sos una nena muy puta?...
    
    Es duro aceptarlo pero es verdad…
    
    -Sí, señor Abelardo…
    
    -Bueno, muy bien, entonces decilo…
    
    Sentí que me dominaba totalmente y sé que haría lo que él quisiera…
    
    -Soy una nena muy puta… -dije…
    
    -¿Y cómo te llamás?...
    
    -Jo… Jorgelina…
    
    Me di cuenta que él estaba revelando y tal vez rebelándose a si mismo un gran morbo que probablemente ...
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