1. La nueva Secretaria


    Fecha: 03/07/2021, Categorías: Infidelidad Autor: Sr.Hedonista, Fuente: SexoSinTabues

    Esta historia me pasó en enero de este año y duró unos cuentos meses, por alguna razón cambiamos de secretaria en la oficina a finales de diciembre y un buen día que llegué a trabajar me encontré con una joven morena, delgada, de hermoso culo, cabello largo azabache y cara pícara, a quien llamaremos Moni. Ella al verme entrar me saludo sin ponerme mucha atención, mientras recibía una avalancha de información de la secretaria saliente. Pasados dos días ya estaba sola en su puesto y yo como era normal le pedí su correo, para comunicarle cualquier cosa que necesitara. Pero para mi sorpresa en los primeros minutos de charla virtual nos entendimos tan bien que entramos con facilidad a temas candentes en medio de comentarios de doble sentido. Y es que la niña es todo un diablo y entre más hablábamos por msn mas se iba calentando la charla hasta el punto que al elogiarme la camisa que llevaba, le dije que hacia juego con mi bóxer y su respuesta fue un clarísimo: estoy muy mojada. A partir de ese punto la conversación fue directa, sin dobles sentidos, ni palabrería innecesaria; los dos sabíamos que queríamos del otro y por eso fue que en algún punto le dije que se girara en su silla para que viera los resultados que sus palabras tenían en mi anatomía. Afortunadamente su puesto de trabajo colindaba con el mío por una ventana que iba del piso al techo y que carecía de vidrio desde siempre, Moni ante el espectáculo de mi erección contenida bajo la tela del pantalón solo abrió como ...
    ... lunas llenas sus ojos cafés y esbozo esa sonrisa de pícara mientras se mordía su labio inferior. Tras un cruce de palabras acordamos que esa misma tarde al finalizar la jornada haríamos lo que fuera para que ella pudiera llevarse a la boca ese dulce, que contemplaba aprisionado pero palpitante y a solo dos metros de sus labios. Cuando ya se acercaba el final de la tarde los dos estábamos al borde de la locura de tanto excitarnos mutuamente, y entonces me acorde de la existencia del baño del quinto piso, rodeado de unas cuantas oficinas que servían de bodega y por lo tanto nadie lo utilizaba. Sin dudarlo acepto mi propuesta de que saliera despidiendose de todo el mundo y subiera al quinto piso para esperarme 5 minutos en aquel baño, ni que decir que el tiempo se hizo eterno y con toda naturalidad me despedí sin que nadie sospechara nada. Al entrar al baño la vi recargada contra la pared mordizqueándose el labio inferior, el primer beso fue ardiente, salvaje, sin pudores, prueba del deseo que nos surgió en horas. Mis manos fueron directamente a sus nalgas, duras y redondas, las acaricié sin afanes mientras nuestras lenguas se enredadan en una lucha sin cuartel por comernos la boca. Recordando porque estábamos allí Moni buscó el objeto de su deseo y se arrodilló en el suelo, sin dejar de mirarme a los ojos, y ya cuando su cara estaba al nivel de mi cremallera bajó sus ojos para sacar mi pene de su prisión; al sentir sus manos estaban un poco frías pero su tacto incendió aun más mis ...
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