1. Una niñita muy linda


    Fecha: 13/06/2021, Categorías: Incesto Autor: ratadish, Fuente: SexoSinTabues

    Me llamo Ernesto y hoy les quiero platicar como inicio una relación padre e hija. Se llama Fabiola y es una niña hermosa de ojos verdes, pelo rubio y facciones finas. Acabaron las clases y empezaron las vacaciones de verano. Yo no tenía descanso, pero trabajaba un poco menos. Sólo tenía libres los fines y trataba de aprovecharlos al máximo. Los dos vivíamos solos en una casa de 2 pisos con un patio amplio. La madre de ella se fue cuando tenía 5 años. Desde ahí tuve que partirme en 2 para cuidarla. La enseñe a independizarse rápido para poder hacer sus cosas sola. Ella podía cocinarse algo, ir a la tienda y a realizar demás actividades sin necesidad de estarselo repitiendo. Debido a eso, yo siempre la consentia y de alguna manera recompensaba su esfuerzo. Ya a sus 11 años ya no era la misma niña. Me era más fácil llegar a casa y saber que podía prepararse algo, ir a la escuela o a otros lados sin que dependiera de mí. Su inteligencia la ayudó a estar en los primeros lugares. Ya en vacaciones, los planes eran pasarlo en casa o visitar algún lugar, pues no podía tomar vacaciones por segunda vez, pues ya me había agarrado las de semana santa. Siempre era muy cariñosa conmigo y la consentía, pero sin malcriarla. La primera semana salimos al cine, al parque, centros comerciales y a algunos museos. Fuimos a comer y regresamos a casa a descansar. Subí a mi recamara y me tiré boca arriba. Unos minutos después mi hija entró y se tiró a mi lado. Me dio un beso en la mejilla y me ...
    ... agradeció la salida. No me dio importancia e intenté dormitar un poco, pues ya estaba agotado. Se pegó a mi abrazándome. Desperté al poco rato por el calor que hacía, cuando la sentí a ella dormida. La sopresa era que tenía su mano por mi ombligo y la otra en mi pecho. Tenía doblada una de rodilla hacia mí. Llevaba un short mediano que se le veía bien. Su mano bajo hasta mi miembro el cual fue agrandándose. Me asusté un poco y traté de calmarme para que bajara la erección. Traté de dormir y sentí que a los 15 o 20 minutos despertó y luego se fue a su cuarto. Se me había hecho eterno ese momento. Por mas que trate de calmar mi erección, no tuve mucho éxito. La segunda fue al siguiente día, pero esta vez si se quedó conmigo. Esa noche el morbo me invadió, pero a pesar de eso no hice nada. Durmió con un pantaloncito pegado. Apenas y pude rozar su culo, pero no intenté algo más. La segunda semana llegaba y el viernes en la noche lleve de cenar. Vimos un rato la tele y antes de la medianoche nos fuimos a nuestros cuartos y yo al ir al baño, pasé por su cuarto cuando escuché -Vas a ser mío Yo no le tome importancia. Imagine que era el teléfono que tenía unos meses de salir y me había pedido. Yo sabía que necesitaba satisfacer mis necesidades y por eso me excité ese día con mi hija y decidi dedicarle una paja. Un año pasó y las vacaciones regresaron. Ahora si tenía el tiempo de estar con ella. En un año su cuerpo había cambiado y se había puesto más bonita. En ese año hubo poco contacto, ...
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