Teresa y alberto 4 - Relatos Eróticos

Teresa y alberto 4

Alberto : pues si mamá ya no lo puedo esconder perdóneme pero la amo y la deseo como mujer y quiero que sea mi esposa ,yo se que no es correcto pero en el corazón no se manda y me enamore de tí Teresa.

Entiendo que esto es muy grave y que usted tiene toda la autoridad de hechar de la casa o acusarme con mi padre o darme mis cachetadas ,pues esta en todo su derecho pero no le voy a negar que la deseo con tomo mi corazón y que me encanta cuando te pones esas faldas cómo la que tiene puesta y aun más así cómo anda con los botones desabrochados y que se le mire su panochas peluda y otra cosa no quiero que use esa ropa cuándo mi padre este, pues no me gusta que el te mire vestida así.

Teresa: pues no se que decirte hijo pues ni tu ni yo tenemos culpa de esto pues el único culpable es tu padre que nós ha abandonado totalmente y se ha dedicado al trabajo y a andar de borracho. Yo se que no es correcto lo que sientes por mi pues soy tu madre y aun ande desnuda en la casa debe haber respeto pero también sé que ya no te puedo ocultar nada y además tengo que confesarte que también te amó con todo mi corazón ,cómo hombre y que estoy dispuesta a hacer lo que sea por que seamos felices juntos, pues tu eres más mi esposo que tu propio padre pues tu eres el árbol que cubre mis tristezas y mi soledad y si te llegase a pasar algo creó que me muero de tristeza.

Hubo un silencio entre los dos y le quite su mano que cubría la vista de su entrepierna y abrí su falda y ante mis ojos quedó ...

... su Concha totalmente cubierta de vellos negros y largos.

Abrió un poco las piernas facilitandome la vista y la tomé de la mano y su vista se clavo en mi entrepierna y me dijo: tiene muy buen pito y es de muy buen tamaño a cualquier mujer harías feliz y aun más que eres sano, fuerte y muy joven.

Sin decir nada la recosté en su cama y le desabroche la blusa y bese sus pechos y balbuceaba que no era correcto pues era mi madre y era pecado que no siguiéramos.

Mi mano buscó su entrepierna y se estremeció al sentir mis dedos recorriendo sus vellos púbicos y sus labios vaginales y cerró los ojos y me dijo con voz entre cortada : que nós perdone Dios y tú padre pero te amo y te deseo como a nadie. Mi amor eres mi hombre mi macho. Ven te voy a enseñar todo lo que yo sé en el arte de amar,

Nós besamos y saqué mi verga y la talle en sus vellos púbico y ella misma abrió sus labios vaginales y guió mi verga a la entrada y poco a poco mi verga entro en su ajustada panocha peluda pego un grito al sentir cómo mi verga se alejaba en su panocha.

Era una sensación maravillosa al sentir cómo mi verga rosaba las paredes de la vagina de mi madre y lo que provocó que sólo durara unos 10 minutos y un escalofrío recorrió mi cuerpo y sentí cómo mi verga escupía una y otra vez mi leche adentró de la Concha de mi madre y la cual estaba gozando, cerrando los ojos y diciendo : oh, oh si mi amor que delicia dale atu mami toda tu leche adentró de su concha peluda.

Saqué mi verga totalmente ...