1. La chacha


    Fecha: 18/05/2021, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... pasar y Delia me dijo que quería hablar conmigo, fuimos a una habitacion, la madre de Delia quedó parada en el salón. «Siñor, me dijo mi mamá que no tiene problemas que la cache a ella también, pero le da mucha vergüenza que cachemos juntas las dos, que si le puede dar tiempo», me dijo mirando el suelo, con miedo en la voz. «Decile que venga», le dije. Aparece la madre de Delia con sus ropas muy ajadas, se notaba la pobreza en ellas. «Desnudate», le dije, viendo como sin levantar la vista del suelo, se empezó a sacar la ropa, «como te llamas?», le dije, «Delia Gisel siñor», me dijo sacándose el sujetador y sacándose la bombacha. Yo la empecé a mirar desnuda, sus tetas grandes, bastante caídas para su edad, su concha bien peluda como la de su hija, y unas nalgas, redondas, no tan duras como las de Delia, lindas piernas también, unos pies muy descuidados. Le dije que se arrodille frente mío y que me chupe la pija. Gisel sin decir nada, hacía todo lo que le decía. Yo estaba parado, acariciando sus grasos pelos, sintiendo como ella chupaba mi pija. «Voy a llamar a tú hija, que me traiga una cerveza, vos seguí chupando, no pares», le dije viendo la cara que puso cuando llamé a Delia, «me traes una cervez de la cocina», le dije viendo como miraba a su madre de rodillas chupar mi pija. «Mañana vamos a comprar ropa para ustedes, y mientras estemos los tres solos, ustedes van a estar desnudas», les decía, moviendo mi cintura para adelante y para atrás, metiendo y sacando la pija ...
    ... de la boca de Gisel. Delia se dio vuelta y se fue. Gisel me chupaba muy bien la pija, se notaba que no era la primera que estaba chupando. Siguió hasta que doy un fuerte gemido y me empiezo a acabar en su boca, ella esperaba pasiva hasta que terminé de llenar su boca. «Tragala», le dije. Después que tragó la leche, pase mi pija por sus labios, «chupas muy bien la pija, como me gustó», le dije ayudando a que se ponga en pie. «Veni, vamos a hablar con tú hija», le dije haciendo que salgamos de la habitación. Gisel estaba desnuda e hice que Delia se desnude también. «Bueno chicas, están contratadas, mañana vamos a ir a comprar ropa, esa que trajeron la tiran y vamos a ir a una pedicura amiga para que les arreglen los pies. Acá van a tener casa, comida y sueldo, pero no quiero problemas», les dije a modo de bienvenida. «Pero siñor, no tenemos plata para comprar ropa ni para que nos hagan los pies», dijo Gisel mirando el suelo, avergonzada. «No te preocupes, eso lo pago yo», les dije viendo en las miradas de las dos mujeres, un brillo de agradecimiento. Les dije donde iban a dormir, su baño con ducha y agua caliente. Les dije que se bañen y preparen algo de comer. «Siñor, siempre tenemos que estar desnudas?», me preguntó Delia, «sí, siempre que estemos solos los tres, cuando venga gente, les voy a comprar uniformes», les dije acariciando las tetas de ambas y las deje que se bañen, que se notaba que hacia bastante tiempo que no se daban. Al otro día fuimos de compras, compré sus ...