De pasajera en un Autobús Foraneo - Relatos Eróticos

De pasajera en un Autobús Foraneo

Me despido de mi marido fuera de la camionera, compro pasajes pero para mi sorpresa no había asientos juntos, así que mi hijo tuvo que sentarse separado de mí por tres filas de asientos, y para mala suerte, en la última fila del bus.

Asi empezó el relato que platico, que creo que no podrá olvidárseme jamas. Al ingresar en el camión recibo llamada de mi esposo, queriendo facilitarme el viaje y alentándome a ser mas audaz en la entrevista de trabajo; coloco a mi hijo en su lugar y me paso al ultimo asiento en la ventanilla; despidiéndome con mi esposo por el celular.

Luego ingresa al camión un señor de aproximadamente unos 40 años, moreno claro bastante bien alineado y atractivo y me pregunto si el asiento 40 era el de a lado mio, asintiendo yo.

Asi empezó todo, platicando con el tipo me preguntaba si era casada y lo típico, ante lo cual por cortesía (y no puedo negar que me gustaba el tipo) yo continuaba la charla. Dado que el agotamiento empezó a vencerme dormite un poco.

En este momento yo vestia un vestido lijero que llega a mis rodillas, y una blusa de encaje.

De repente sentí una mano sobre mi pierna, a lo cual no di importancia porque me sentía agotada por el estrés de la entrevista y el dia que había pasado, además de que estaba acostumbrada a que mi esposo la pusiera sobre esa pierna al dormir… posteriormente, cansada del asiento me recosté de lado en el mismo mirando hacia la ventanilla, (sin estar consciente de estar con un desconocido y que le ...

... estaba mostrando parte de mi trasero).

Solo empecé a sentir un leve calor en mi entrepierna, ante lo cual desperté y vi como el desconocido me tenía abrazada recostado en la misma forma que yo, y me había pegado su pene a mis nalgas… no supe que hacer, asi que me hice como que no me había dado cuenta de lo que pasaba. No habían pasado muchos segundos cuando sentí que su pene se ponía erecto justo detrás de mi; era ancho y grande, y empece a sentir como despacio lo friccionaba en mis nalgas, empezando a moverlo con una destreza impresionante.

Luego entonces sentí como con su mano empezó a tocar mi s senos despacio, como si no se moviera, pero en cada curva que daba el camión le metia mas por mi blusa.

Aun inconsciente de lo que pasaba, no quería escandalizar ante ello; pensándolo bien un hijo en los asientos frontales es un buen límite para manifestar cosas así, además, el tipo no era desagradable. Seguía el con su jugueteo, y cada vez sentía más cercas su mano a mis piernas, a la vez que me abrazaba descaradamente.

Asi las cosas, expuesta en la noche ante un audaz ladron de intimidad, en sus movimientos intentando ingresar en mi con su pene, tomada de mis senos y abrazada, no había mas que dejarme tocar, y poco a poco introdujo su mano en mis piernas e inicio el contacto con mi clítoris. Vencida por el acoso sentí como ingreso su dedo a mi vulva habiendo movido mi pantaleta como todo un experto, me tocaba despacio, introduciendo un dedo en mi vagina y con el otro ...