1. Mascarada


    Fecha: 04/11/2017, Categorías: Confesiones Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Mi esposa había tenido aquella temporada un subidón y al ver que se escapaba su libido deseaba con ansiedad emociones fuertes.
    
    Atento al placer que ambos nos hemos dado comprendí que ella se merecía algo distinto de lo habitual conmigo.
    
    Participamos en un encuentro de personas liberales en un crucero y sus coqueteos surtieron efecto pero con personas de cierta edad como nosotros.
    
    Al fin del viaje una tarde cayó un palurdo que no resultó ser tal.
    
    El muchacho era un portento , cachas , tableta y marcahuevos.
    
    La piscina era su lugar de alterne.
    
    Iba a la caza y captura de alguna hembra que deseara carne fresca.
    
    Y ella entró en su red .
    
    Lo veía venir que su tremenda ansiedad iba a ser colmada .
    
    Dejé pasar a los tortolitos una tarde de calor a bordo , era la última y no se debía desaprovechar .
    
    El toma y daca de aparentar no querer nada y desear todo lo llevó muy bien y creo que él también .
    
    Era un profesional.
    
    Ella se declaró casada y no puso objeciones .Preguntó si había consentimiento y ella contestó que sí.
    
    Preguntó si había presencia mía y contestó que sí.
    
    El plato estaba servido en bandeja.
    
    La presa era ella o ¿era él ?.
    
    La cuestión era preparar una velada agradable y placentera sin nervios.
    
    Me llamó para que diera beneplácito y al asentir su gozo fue creciendo.
    
    Hicimos las presentaciones y ella me dijo que allí valía todo.
    
    Consentí y así fue.
    
    Mi presencia no debía ser activa en ningún momento y en cambio ...
    ... ellos podían dar órdenes.
    
    Me ví convertido en sumiso a expensas de ambos.
    
    Pidieron champán para romper el hielo .
    
    Ella se preparó concienzudamente en la ducha y se puso su lencería más espectacular.
    
    El macho presumía de poses y aquel macarra que llevaba en su interior pugnaba por salir airoso. No parecía tener clase pero la sesión empezó lenta y pausada . Besos , lenguas , arrimones y tocamientos no apresurados.
    
    Ella parecía estar en celo , gemía como nunca lo había hecho.
    
    Se incorporó de la cama y estampó su lengua en la boca de él.
    
    El beso parecía no tener fin .
    
    Su cuello fue recorrido una y otra vez por aquella lengua poderosa.
    
    Tomaron mejor postura ambos en la almohada .
    
    Mi posición me permitía ver la estancia completa .
    
    El barco navegaba y su runrún casi pasaba desapercibido.
    
    Lo que no pasaba desapercibido era mi miembro que para entonces pugnaba por salir de su celda.
    
    Me contuve ,no debía participar ni estorbar.
    
    Una y otra vez sus manos se entrelazaban y buscaban ansiosas momentos de calidez en el cuerpo contrario.
    
    Susurraron algo entre ellos y pensé que iba algo conmigo.
    
    Pero no , exigía que ella debía ser atada y con los ojos vendados.
    
    Y así fue .
    
    No había cuerdas , sólo los pañuelos que ella usaba y que no ejercían presión.
    
    El juego había comenzado y ella buscaba ansiosa la boca del otro dejando su lengua asomando por sus labios rojos.
    
    Una y otra vez sus lenguas húmedas se reconocían en un incesante lamido ...
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