1. Doña Felisa responsable de mi debut en el sexo


    Fecha: 10/05/2021, Categorías: Fetichismo Sexo con Maduras Primera Vez Autor: pepitito, Fuente: xHamster

    ... belleza. Tenía el porte de una matrona. Bien rellena, además de esas maravillosas tetas que era mis desvelos, llevaba un culo importante de grande pero bien formado y sin celulitis, que contrastaba con su abdomen ligeramente caído. Carnes había y mucha, lo dicho, no era una diosa, pero en ese momento y dadas las circunstancias y mi edad, para mí ella era lo más bello del mundo.Acostados, me pidió que le quitara el corpiño, pero tuvo que hacerlo ella misma porque con los nervios que tenía, no pude hacerlo. Tuve mejor suerte con su calzón, que retiré tan pronto como me recompuse. Fue ahí que me quedé unos minutos contemplándola fascinado. Era la primera vez que veía una mujer completamente desnuda y estaba allí al alcance de mis manos. Recorrí con la mirada todo su cuerpo y terminé fijando mis ojos en su entrepierna para descubrir un vértice cubierto por un abundante pelambre rizado con algunas canas, que cubría una gran parte de su pubis y que no dejaba ver su interior. No tuve tiempo de seguir mi observación porque tomándome de una mano me acostó a su lado y con la otra tomó una teta y me la puso en la boca.Había llegado mi momento de gloria. Lo que tantas veces había soñado lo estaba viviendo. Me apoderé de esa teta y de su compañera y comencé a chupar y chupar yendo de una a otra. Ponía los pezones en mi boca y los mordía con suavidad. No recuerdo cuanto tiempo estuve en esa tarea hasta que doña Felisa suspirando, se puso de espaldas y me pidió que fuera a sus bajos para ...
    ... comerle el chumino. En realidad tuvo que acompañarme con sus manos porque mi ignorancia en el tema era total. Depositó mi cara junto a su concha y me pidió que se la chupara. Enfrentado a una situación que no sabía cómo resolver, aparté sus abundantes pelos y me encontré de lleno con una concha de labios finos y en cuyo interior se veía una vagina roja y muy húmeda. La situación era embarazosa por mi nula experiencia, había visto coños en las revistas, pero ahora tenía uno frente a mí y realmente no sabía qué hacer. Instintivamente apoyé mi boca en su cueva y con mi lengua repasé la zona. Doña Felisa me animaba pidiendo que se la chupara, cosa que hice muy torpemente primero, pero luego, me engolosiné porque gustándome el sabor que recibía mi lengua, pasé ésta por todo su interior en repetidas veces. Al parecer lo estaba haciendo bien porque mi amante vecina me decía que le estaba dando mucho placer y que no me detuviera. Animado por sus palabras apuré mis movimientos y metí mi lengua hasta donde pude, mientras que un par de dedos se adentraban en su interior buscando el tesoro mayor.Estaba en esa faena, cuando doña Felisa me hundió la cara en su vagina y dando fuertes gemidos se vino en un orgasmo con jugos que me empapó toda la cara Un tanto asustado veía como mi vecina se tensaba dando leves gritos y acezando profundamente. Por fin se aquietó y tomándome de la mano me llevó a su lado y me susurró• Mi muchacho, no tienes idea del inmenso placer que me has dado. Te quiero ...