1. Fantasía porno


    Fecha: 05/05/2021, Categorías: No Consentido Autor: Fantasyworld, Fuente: CuentoRelatos

    Me llamo Germán, tengo 18 años y soy socio del CLUB desde hace dos años. Mis padres son los dueños y en cuanto entré en la adolescencia, me hicieron las pruebas de aptitud psicológica para verificar mis inclinaciones sexuales. Solo los aspirantes a socios/as del club, que realmente tengan dichas inclinaciones son finalmente admitidos.
    
    En el caso de los varones, lo normal es que el diagnostico sea favorable. Nos suele gustar usar a las mujeres a nuestro antojo, sobre todo con los colosales atributos que deben tener las socias. En el caso de las mujeres es más complicado, sin embargo, las hijas de las socias suelen heredar las tendencias de sus madres. Ahora estoy en el descanso entre clases del instituto y siguiendo mis instrucciones, la profesora se ha quedado en la clase, para aclararme algunas dudas. Creo que desde que me fue dado el anillo de socio, no me lo he quitado del dedo casi nunca. He heredado la legendaria capacidad sexual de mi padre y soy capaz de correrme 14 veces al día sin problemas. Pero sobre todo, después de cada corrida, en prácticamente 5 minutos, vuelvo a tener mi libido a toda potencia de nuevo.
    
    Me encuentro sentado en mi pupitre y debajo de él a cuatro patas, con un perfecto culazo asomando por el borde de la mesa, se encuentra una beldad lamiendo mis gigantescos huevos. Mi polla no está mal, pero mis huevos son enormes. La zorrita que me los está lamiendo, los tiene cogidos apretando mi bolsa escrotal por arriba. Rebosan en su mano enormes, ...
    ... quizás por eso soy capaz de producir tantísimo semen cada día.
    
    La putilla es una de mis compañeras de clase. Muchos de los alumnos del bachillerato son miembros del club y el cuadro de profesores lo es en su totalidad. Es un caro colegio de pago y nuestros padres se aseguran de que estemos a gusto. Las profesoras no siempre llevan el anillo puesto, pero dejan actuar a los socios/as a sus anchas. Los alumnos que no son socios, a veces ven cosas raras, pero procuramos que no se den cuenta de nuestras andanzas.
    
    La zorrita me estaba lamiendo los huevos con calma, realizando estruendosos ruidos de chapoteo. Le miro a la cara, encontrándome con sus bellos ojos azules y un pelo rubio precioso con tirabuzones. Lleva unos vaqueros de cintura baja, que indefectiblemente, al ponerse a cuatro patas dejan ver la mitad de su culazo perfecto, realzado por un tanga de color rojo. También lleva una blusa floja, que permite entrever unos enormes tetones, ya que no lleva sujetador. Algunos alumnos se preguntan, porque hay tantas chicas con unas tetonas tan enormes en nuestro colegio, pero lo achacan al dinero de los papis y no van muy desencaminados.
    
    -Ahora trágate la polla guarra – le digo, mientras me agacho y le estrujo una tetona.
    
    -Aaaaah!… cabrón, cerdo, que eres un cabrón –oigo que me dicen desde el fondo de la clase.
    
    Levanto la vista y veo a mi profesora en la posición que le ordene hace un rato. Está encima de la mesa con la falda en la cintura, las piernas completamente ...
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