1. Convenciendo a la vecina part 1


    Fecha: 04/05/2021, Categorías: Primera Vez Hardcore, Sexo con Maduras Autor: comechocho, Fuente: xHamster

    Cuando llegue a vivir al barrio, de inmediato mi mujer se hizo amiga de nuestra vecina, y por ende también se creó una cierta amistad entre yo y su marido. Era habitual que compartiéramos entre ambas familias, éramos de la misma edad, todos de treinta y algo, misma situación económica, hijos de edades similares etc.Pedro, su marido era un buen tipo , muy callado, algo tímido, por lo que conversamos siempre fue de pocos amigos, poca vida nocturna, pocas novias. Comparada su vida con la mía, éramos completamente distintos, yo por el contrario echaba de menos mi vida nocturna, la bohemia, mis mujeres etc. Físicamente también éramos muy distintos, yo soy alto y delgado, mientras el bajo y gordo, de lentes.Su mujer, Maricela, mi vecina, también era muy parecida a él, en su vida juvenil. Mujer de muy pocos novios, muy controlada por sus padres, colegió de monjas, aunque de carácter muy distinto a el, mucho más sociable, conversadora y claramente dominante en esa relación. En muchas juntas que tuvimos y conversamos de nuestras vidas, como nos conocimos etc , ella decía que no había salido mucho a fiestas , que Pedro había sido casi su único novio, que no habían disfrutado mucho de su juventud , porque cuando estaban estudiando, ella quedó embarazada y tuvieron que casarse, luego llego su hija, y ya la vida matrimonial, luego el segundo hijo etc.Mi vecina, físicamente era muy distinta a mi mujer. Era alta, pelo negro, ojos verdes, corpulenta , algo gorda pero sin exagerar, buenas ...
    ... tetas, pero lo que si sobresalía de sus características físicas, era un gigantesco culo, enorme, carnoso, que era imposible dejar de mirar, seas hombre o mujer. Unas caderas fenomenales, anchas a decir basta que eso la hacía lucir más gorda. Muchas veces conversamos con mi mujer respecto del culo de Maricela, y que según había confesado a mi mujer, era un trauma que la acompañó toda su vida, problemas con su ropa, tener que ajustar siempre sus pantalones, no bañarse en verano en la playa etc. Se sentía acomplejada de su “mega culo”, hasta que ya maduró y dejo de ser tema para ella. A veces a mi mujer, que no era para nada gorda, subía algo de peso y yo la m*****aba diciéndole que el culo se le estaba poniendo como la vecina , bromeando.Mi mujer nunca pensó que una mujer de esas características podría llamarme la atención, pero estaba completamente equivocada. Me calentaba en extremo el gigantesco culo de mi vecina, me la imaginaba en cuatro patas, con toda esa carne para saciar mis morbosos deseos, en especial cuando compartíamos en su casa y se me pasaban algo las copas, lo admiraba a distancia, oculto de los ojos del resto.Era habitual que el día sábado tiráramos una carne a la parrilla, en casa de ellos y que conversáramos y bebiéramos, donde a mí, ambas mujeres, me culpaba por ser una mala influencia para Pedro con el trago, ya que con pocas copas, mi vecino se embriagaba, mientras yo tenía mucha más resistencia pero todo en armonía.Mi mujer nunca fue buena para trasnochar, ...
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