1. La Doña


    Fecha: 04/05/2021, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... que miraba para bajar mis calenturas con juegos que no rompieran mi himen.
    
    “Me dicen burro por esto y tú te lo vas a comer puta orgullosa! Ya no vas a vivir sin gozarlo después de hoy!”
    
    Sin preocuparse de mi lubricación vi que se sobaba con aceite y se puso atrás de mí, junté con la mayor fuerza que pude mis piernas pero metió una de las suyas velludas como mono mientras sus manazas golpeaban mis ya adoloridas nalgas, me levantó con uno de sus brazos cuando ya me tenía bien abierta de piernas y con la mano libre buscó la entrada de mi concha y apoyó su gran cabezota y empezó a abrirme y penetrarme, ahí en el patio de su casa, en la mañana, me estaba entrando el pedazo de carne más grande que había visto y haciéndome aullar del dolor, poco a poco como si gozara más de la dominación que ejercía sobre mi cuerpo entraba sin parar solo se inclinó para agarrarme las tetas y estrujarlas, estirarme los pezones y mordisquear mi cuello y mis orejas, esto me empezó a poner caliente y empecé a soltar jugos, no tuve ni la dignidad de evitar los jadeos de calentura, solo volví a aullar cuando me rompió el himen y siguió su viaje dentro de mi útero.
    
    “Estás caliente como se calientan las hembras en celo, vas a ser mi puta y te voy a culear cuando quiera! Tienes 28 centímetros de pico adentro, y tu concha está en llamas”
    
    Y empezó a entrar y salir, despacio la salida de golpe la entrada, yo gritaba de dolor mezclado con un placer enloquecedor y ya había tenido 4 ...
    ... orgasmos.
    
    “Maaasss, Maaasss, riiicoooo” me escuche gritar
    
    “Sí te voy a dar durito todo el día, y en la tarde me iré contigo a tu casa para dormir juntos!”
    
    “Síiiii, quiero estar siempre así ensartada!!
    
    ¿Me había vuelto loca? Pero por ahora solo quería lo que estaba sintiendo, no me importaba estar como animal de montura amarrada a una vara, solo quería sentir como ese hombre me hacía gozar!
    
    De pronto paró y me lo sacó, y con su mano tosca y áspera trasladó mis flujos hasta mi ano.
    
    “Nooo, por favor por ahí me vas a rajar, sigue en mi concha, por favor!”
    
    “Quiero tu culo!”
    
    Y sin más empezó la guerra entre su ariete y mi anillo anal, gano el ariete…mis aullidos eran de perra en celo, de vaca pariendo! Mis piernas en el aire, pues estaba siendo enculada por alguien más alto, temblaban igual que el resto de mi cuerpo una de sus manos en mi concha ayudaron a bajar el dolor al combinarlo con los orgasmos mientras me rompía el culo al fin sentí sus huevos tocar mi concha, ahí me soltó de las amarras y así clavado en mí me llevó adentro de su casa. Llegamos a su dormitorio y en la cama en la posición del perrito me dio y me dio hasta llenarme el culo de su semen!, se tedió sin salir de mis tripas de lado, jadeante. Sentí como iba bajando su erección pero no me moví, quería más. Y claro que tuve más y mucho más. En la noche puso un poncho sobre mi cuerpo desnudo y ensartada por la concha me llevó hasta mi casa en su caballo, me sacó varios orgasmo en el camino, me lo sacó para ...