1. La pelua apestosa


    Fecha: 03/05/2021, Categorías: Anal Autor: elcomeculo, Fuente: xHamster

    ... y empecé a tirar de él hacía abajo. Con mucho esfuerzo pude salvar sus grandes caderas y ante mía aparecieron sus bragas. Blancas, también de algodón y con un gran bulto en su pubis por la gran mata de pelo que apenas podían esconder puesto que por los lados de la braga salían mechones que se juntaban con el pelo que crecía en la parte interior de sus muslos. Era peludísima.A ese punto, mi polla parecía que iba a explotar y tuve que desprenderme de mi ropa. Allí estaba yo, de pie, frente a Rosa con la polla tiesa. Empecé a percibir el olor de su coño, la situación era muy excitante. Cuando le baje las bragas hasta los tobillos, acerqué mi nariz a su sexo y el olor penetró profundamente en mis pulmones. Era lo mejor que me había pasado nunca; una gran mujer, sucia y desnuda a mi disposición. Podía hacer con ella lo que quisiera, nadie nos oiría y nadie la echaría de menos, según lo que me había comentado. Después de oler un rato su coño, empecé a penetrarlo con mis dedos que salían completamente mojados de él. Los chupaba y volvía a introducírselos.Estuve así un rato hasta que decidí acabar de quitar sus bragas para poder olerlas. Así lo hice. La parte que estaba en contacto con su coño era prácticamente amarilla con algunos restos visibles de su flujo blanquecino. La mejor sorpresa fue al observar la parte posterior de su prenda, que tenía un gran circulo marrón provocado por sus pedos y su imposibilidad de lavarse durante tres días. Me la imaginaba cagando, limpiándose con ...
    ... cualquier pedazo de papel o de hierba y volviéndose a colocar esas bragas. El olor a caca que desprendía esa zona era impresionante, me encantaba, así que decidí darle la vuelta para oler y jugar con su ano.Su culo era muy blanco, redondo y grande. De su coño partía una espesa tira de pelos que rodeaban su ano y prácticamente le llegaban al inicio de su espalda. La visión era espectacular. Le manoseé las nalgas abriéndola, observando su ano como se contraía, y a cada contracción como desprendía una bocanada de pestazo a caca y sudor.Quería follarla ahora mismo pero me contuve, pensando en las horas de placer que me podía ofrecer y decidí ir poco a poco. Su ano, pese a estar rodeado de pelo era de un color rosado, sin hemorroides y muy apetecible. Se lo chupé, introduciendo mi lengua los más dentro posible, recogiendo en ella todo su aroma y algún resto de excremento que tenía por allí adheridos. Estuve así casi media hora y decidí que era el momento de probar su resistencia. Cogí una vela de unos 30 centímetros y poco a poco se la fui introduciendo en el ano, por la parte ancha hasta que solo quedó fuera la mecha. La moví haciendo círculos, hasta que empecé a follarla con la vela; primero despacio sacando un trozo para volver a introducírselo hasta el fondo, aumentando el ritmo y la profundidad de la penetración. Creo que estuve casi una hora.Ella empezó a balbucear otra vez y, sin sacarle la vela del culo, disolví un par de somníferos más en agua e incorporándole la cabeza le ...