1. Mi empleada privada 2


    Fecha: 03/05/2021, Categorías: Confesiones Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... emitiendo ese sonido de vagina húmeda y ese olor a sexo, me hizo por fin explotar y salió de mi todo un chorro de leche caliente, pero como no podía dejarle así luego de un momento empecé a lamerle toda su raja, y me bebí toda su jugosa delicia mientras luchaba por encontrar con mi lengua su pequeño clítoris, cuando le vi convulsionar a mi nuevamente se me ponía la tranca dura y deseaba más pero ya no teníamos tiempo se nos fue un largo rato en eso, pero pactamos para volvernos a ver y ahora si llevaría preservativos.
    
    Nuevamente esperé con calma nuestro nuevo encuentro, hasta que por fin llegó el día ahora ya nada podía fallar, incluso antes de salir a verla me pegué un duchazo en donde me hice una paja a su salud para estar con las “bolas vacías” y no pasar el chasco de terminar antes de tiempo, y seguro me dio resultado, nos encontramos la lleve al mismo sitio y comenzamos de nuevo con la “lucha amatoria” ella ahora se desnudó y empezó por pegarme una mamada celestial, yo estaba acostado boca arriba y ella se acostó a un lado mío con su cabeza a la altura de mi verga se la metió de a poco a la boca y mientras su mano izquierda me agarraba la base del pene, la derecha acariciaba mis bolas, chupaba como una poseída pero con un compás preciso que me hacía subir al cielo, bajar al infierno y regresar de nuevo al mundo terrenal, fue espectacular, luego de un rato de estar en esa sabrosa posición, me senté y le acosté boca arriba con los pies apuntando al techo y luego de ...
    ... ponerme el condón –por fin me puse- le penetré primero suavemente, mientras sentía la estrechez de su raja, como gemía su cara de lujuria era incomparable, y empecé a bombear con más fuerza, que rico, hay que hembra más sabrosa, hacía mucho tiempo que no me pegaba un polvo tan rico, luego de un momento le puse en cuatro y ahora tenía a mi vista un sabroso culo y una bien mojada chuchita, entonces le empuje mi tranca hasta el fondo y pego un suspiro con un ¡ay! sabroso y continué dándole y dándole, por suerte el “pajazo” que me hice estaba dando resultado, estaba durando como nunca, tanto así que en un momento saque mi verga para ver como vuelve ingresar y me doy cuenta de que el preservativo se había roto, tal era el desenfreno y tan estrecha es su raja, que el preservativo no aguantó, ¡qué faena! qué forma de culiar, rápido tomé otro condón me lo puse y ahora si le puse al filo de la cama con sus pies abrazando mi espalda y comencé de nuevo, en ese desenfreno ella gozaba tanto como yo, mientras tenía presente que varias veces me dijo un tiempo atrás que era una loba u una tigresa para hacer el amor y que no se conformaba con sólo un rato si no que había que estar dándole por un buen rato para quedar satisfecha entonces hice un esfuerzo y le di un poco más pero, uno no es de fierro y termine soltando toda mi leche como un loco uffff que delicioso, por fin había cumplido con lo que tanto deseaba y con lo que seguro ella también deseaba, tantas veces cuando conversábamos de cosas, ...