1. La chacha 3


    Fecha: 02/05/2021, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... preocupes, realmente me encanta que se caguen cuando les estoy haciendo las colas», les dije, ya que realmente me encanta que la mujer se cague cuando estoy cogiendo su cola, sean mis chachas o cualquier otra. Enseguida me limpiaron la pija y seguimos cogiendo, ahora la cola de Gisel. Estuvimos un buen rato, hasta que madre e hija se acaban en la boca de la otra, yo le cogía fuerte la cola a Gisel, escuchando como cuando sacaba y metía la pija de su ojete, le salían pedos, «cagate Gisel, cagate», le decía dándole fuertes pijazos en su cola. «Haaaaa, haaaaaa, si siñor, lo voy a intentar», decía gimiendo mientras sus tetas iban y venían para adelante y para atrás. Delia había salido de debajo de su madre y nos besabamos, su cara estaba empapada con los jugos vaginales de Gisel. Delia me abrazaba, me besaba metiendo su lengua en mi boca, mi pija entraba y salía con fuerza del ojete de Gisel, hasta que besando la boca de Delia con mucha pasión, me empiezo a acabar, sentía mí leche salir a chorros dentro de la cola de Gisel, ella no dejaba de gemir y movía su cola en círculos con toda mi pija dentro. «Hay siñor, que bien nos cacha», dijo Gisel, cayendo de costado sonre la cama, mientras Delia y yo seguíamos ...
    ... abrazados. Mi pija quedó colgando, yo seguía de rodillas respirando agitado, y Delia la mete en su boca, «haaaaaaaa, me van a matar ustedes», dije sintiendo la lengua y la boca de Delia limpiando mi pija. Reímos los tres y me acosté en medio de ellas, yo les apretaba y acariciaba sus tetas, y ellas pasaban sus pies por mis piernas. «Siñor, espero que nunca se aburra de nosotras», dijo Gisel besando mis labios. «Hija, y tenemos que ver como nos podemos hacer caca cuando el siñor nos cacha por el chiquito como a él le gusta», le dijo a su hija. Me siento tan bien con mis serranas complacientes, son dos maravillosas mujeres, voy a pensar en hacerles y que hagan más cosas, pero sin hacerles daño, ya que en un momento dado, Gisel me contó que su marido borracho le daba tremendas palizas, y a Delia también. Dentro de todo, quería que estuvieran como jamás habían estado en su vida. Mi casa brilla, ordenada, súper limpia, como de lo mejor, ya que son muy buenas cocineras. Los domingos son nuestros días, salímos a comer fuera, somos como una familia. Les compré juguetes sexuales, les hice depilar con laser sus conchas, estan siempre muy bien maquilladas, de verdad que viendolas bien, son muy atractivas mis serranas. 
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