1. Rosy y el vecino


    Fecha: 29/04/2021, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... pero era mi vecino y podía meterme en problemas. Siempre que podía me decía que le encantaba mi culo, pero lo que mas recordaba era mi puchita depilada. A todos los machos que he tenido desde ese día, les ha fascinado mi puchita depilada, dejando nada más un pequeño triangulito de vello en la parte superior, creo que le deberían dar las gracias a mi marido, por la petición que me hizo. Además, las sensaciones son totalmente distintas, pues sentir las caricias de los dedos y de la mano, sentir el calor y la humedad de una lengua, sentir la caricia de la cabeza de una verga, es totalmente distinto, es delicioso sentir las penetraciones con mi concha "pelada", es algo indescriptible, ¡se los recomiendo!. Regresé a mi casa y le llamé por teléfono diciendo que necesita verlo para pedirle un favor. Regresé a mi casa en taxi lo más pronto posible. Me cambié de ropa un minivestido en color negro que me queda sumamente entallado, unas medias color humo (me encanta usar medias de las que tienen liga de silicón y no necesitan porta ligas y de hecho, fue también mi actual marido quien me compró todos esos prodigios de lencería y ropa muy atrevida que hoy uso normalmente cuando salgo con él. No llevaba bra. Elegí una tanga breve bien cola less , apenas un hilo dental en color rojo y mis zapatos , cerrados de la punta, en color negro también. Salí y ya Jorge me estaba esperando, se bajó del coche, me tomó por la cintura y con fuerza me apretó hacia él, para darme un beso en la boca, y ...
    ... apretarme las nalgas, que es como me saluda; luego me abrió la puerta del coche y yo me subí, dejándole ver muy bien lo que llevaba puesto bajo el vestido. Arrancamos y me dijo que si tenía hambre, podíamos comer algo rápido, le dije que si. Me preguntó que se me ofrecía y le dije tengo y mucha hambre pero de tu verga papiito… Por favor papito, llévame ya a el hotel que te necesito, quiero que me des una estupenda cogida. – Él me empezó a acariciar las piernas al tiempo que me decía que le encantaba que usara medias y que era raro que aquí en Buenos Aires, las usaran las mujeres. Yo le dije que era por el calor pero que por eso, yo usaba las especiales para el calor y para muchas cosas más. Entonces él llevó su mano hacia arriba subiendo mi vestido un poco, nada más para poder ver la liga de mis medias y me dijo que le encantaban mis muslos pero que con medias lo excitaban demasiado. Yo puse mi mano sobre el bulto que se le formaba bajo el pantalón y sentí que esa poronga que tanto deseaba que me penetrara, estaba ya lista para mí, pero no pensé en sacarla de esa prisión porque estábamos ya muy cerca del hotel . Los dedos de mi macho llegaban a mi conchita y yo me resbalé un poco del asiento, para separar mis piernas y facilitarle las maniobras que sabe hacerme. Sus dedos acariciaban mis labios ya hinchados y se daba cuenta de que mi tanga ya estaba empapada, mi concha destilaba sus jugos. Yo deseaba llegar ya para que me cogiera y él también lo deseaba… Aún con la puerta del ...
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