1. Conociendo mi sexualidad V


    Fecha: 21/04/2021, Categorías: Masturbación Autor: latosita, Fuente: SexoSinTabues

    A pesar de saberme descubierta por mi hermanito y de enterarme de su “secreto”, todavía me sentía excitada cuando salí para despedirme de mi novio y ver cómo se alejaba en dirección a la calle donde vivía; iba a entrar a mi casa cuando escuché que mi vecina Laura me habló. - Hola, chica, ¿qué tal? – preguntó - Todo bien, gracias – respondí y no pude ocultar una nerviosa sonrisa - ¿Ha pasado algo últimamente? - Algo, sí, pero no gran cosa - ¿Segura? – preguntó con un dejo de sarcasmo mientras se acercaba a mí – te ves “rarita”, como que estabas haciendo algo y puedo percibir el olor característico del pecado - ¡Ah! ¿Sí? – respondí, sonrojada por haber quedado en evidencia – bueno, estuvo rico, de hecho, muy rico - Aprovecha lo que estás sintiendo ahorita, enciérrate en tu cuarto, piensa en lo que acabas de hacer y trata de reproducir cada acción con tus deditos – seguía hablando mientras caminábamos a la puerta de mi casa – deja que la calentura sea la que ponga límites, o los quite – esto último lo expresó con un tono como pervertido, luego preguntó – y ¿te puedo pedir un favor? - ¡Ah, sí, dime! - Regálame tus calzoncitos – pidió casi rogando, como una niña pequeña pidiendo un dulce - ¿Cómo? – pregunté con los ojos abiertos como platos - ¿Para qué los quieres? - Algún día te contaré Sin decir más, me llevó hasta la puerta, donde me abrazó, luego puso sus manos en mis piernas y las fue subiendo por detrás, levantando suavemente la falda y posándolas en mis nalgas; no podía ...
    ... creer lo que estaba pasando, me sentí muy rara porque nunca imaginé que una mujer pudiera hacerme algo así y, menos aún, que yo lo disfrutaría. Tomó mis bragas por el elástico y lentamente las fue deslizando hacia abajo, rozando mis piernas suavemente, hasta que llegó al suelo; por “inercia” levante una pierna y luego otra para que pudiera quitarme la prenda; rápidamente se la llevó a la nariz y aspiró profundamente, exclamando “Uhm, qué rico aroma de putita”; me dedicó una sonrisa, me dio un beso en la mejilla, casi en los labios, y se fue corriendo a su casa dejándome pasmada. Cuando me recompuse, entré a mi casa, subí las escaleras, caminé por el pasillo; al pasar frente a la habitación de mi hermano escuché gemidos y pensé que estaría llorando por lo que vi en su compu, pero no le di importancia; fui directo a encerrarme en mi cuarto, asegurando bien la puerta y encendiendo la luz de la mesita de noche; no sabía a qué hora llegarían mis papás y tampoco me preocupaba, porque no estaba dispuesta a desperdiciar la gran excitación que tenía en ese momento. Para tratar de lograr un ambiente adecuado, puse música suave y con poco volumen; me quité los zapatos y me coloqué frente al espejo, imaginé que estaba con mi novio y que mis manos eran las suyas al recorrer mi cuello, acariciando muy suave y llegando hasta la nuca, soltando el cabello y regresando al lugar del primer contacto, solo brevemente, pues descendieron desabrochando cada botón de la blusa, a paso lento, mientras ...
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