1. Mi hermosa tía


    Fecha: 20/04/2021, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Amigos lectores, lo que aquí les voy a contar es verídico y algo reciente, algo que deseaba mucho y que tras mucho tiempo de espera y deseo sucedió.
    
    Seguramente algunos de ustedes alguna vez fantasearon con alguna tía suya, ya fuera prima de alguno de sus padres o bien, la hermana de alguno de ellos.
    
    Hace años, cuando yo tenía apenas 8, los padres de mi madre vivían muy cerca de donde vivíamos nosotros, razón por la que los visitábamos muy seguido, y la verdad es que yo disfrutaba mucho el ir, tal vez más que cualquiera, pues con ellos vivía mi tía, a la que llamaré Anel, que en ese entonces tenía 23 años. Mi tía Anel es la más pequeña de los hermanos de mi madre, por fotos que tiene mi madre sé que ella de niña era delgada en extremo, ya saben a qué me refiero, pero como toda mujer, fue cambiando, y ahora a los 23 años era muy atractiva a la vista de cualquier hombre, pero como quiera que fuera para mi era la misma, era mi tía, la hermana de mamá, con la que me llevé muy bien desde toda la vida, y a la que adoraba porque siempre me consentía, me decía que era su sobrino favorito y jugaba conmigo desde muy pequeño, éramos como dos mejores amigos, nos platicábamos todo o casi todo.
    
    En ocasiones, mientras todos estaban en la sala viendo televisión o en el comedor jugando cartas, yo salía al patio a jugar con mi hermano, mientras ella, al ser la más chica de sus hermanos, se enclaustraba en su habitación a escuchar sus discos de acetato, habitación cuya ventana daba ...
    ... al patio en donde me encontraba jugando y que por lo general siempre estaba abierta, y cada que tenía la oportunidad me asomaba y le jugaba bromas con la finalidad de llamar su atención y que me invitara a su recámara a jugar con ella, lo que desde luego conseguía; la verdad es que no había limitantes de ella hacia mí.
    
    Un sábado de los muchos en los que íbamos a visitar a mis abuelos (yo obviamente la iba a verla a ella y me emocionaba) por la mañana, en cuanto llegamos entré buscándola, pero mi abuelo me detuvo y me advirtió que se estaba duchando y que me olvidara de jugar con ella ese día pues estaría castigada en su habitación y sin permisos (años más tarde uno de sus hermanos o mi tío, como quieran verlo, me diría que ese día precisamente la habían castigado porque recién acababa de llegar de una fiesta por lo que no había llegado en toda la noche, y que esa noche el novio la había estrenado - y como mi abuelo siempre fue muy enérgico y chapado a la antigua en esas lides, pues la había castigado después de haberla tachado de puta), yo obviamente al verme limitado de verla me puse triste y no tuve más remedio que aceptarlo aunque quería contradecir a mi abuelo, pero no lo hice, pues nunca nadie, ni actualmente, se atreve a contradecir una orden de mi abuelo, aunque he de confesarlo, yo sí lo hice en repetidas ocasiones cuando obtuve la mayoría de edad.
    
    En fin, a los pocos minutos se me quitó la tristeza y me salí al patio a jugar como de costumbre, pero momentos ...
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