En una pillamada - Relatos Eróticos

En una pillamada

Era nueva en la ciudad y un grupo de chicas de mi nueva escuela me invitaron a una pillamada en una casa de playa. Quería hacer amigas y accedí.

Todas las chicas que asistieron eran muy hermosas, empezamos a hablar y una de ellas propuso desnudarnos, todas aceptaron y de prontó estaba allí desnudando mi cuerpo frente a esas chicas que apenas conocían. Todas estaban muy depiladas, excepto yo. Rieron de mi y acepté que me depilaran. Nunca me había excitado con una mujer, pero tener 3 o 4 tocando mis partes más íntimas me excitó. Al acabar bajamos a la sala, las otras chicas aplaudieron y empezaron a hablar de sexo. Vi cómo Mónica acariciaba tiernamente a Lucresia, y esta respondía con un sensual y largo beso en sus labios. Laureen, otra de las chicas empezó a besar a Nicole, yo estaba embelezada y sorprendida viendo aquella escena. Isabel tomó a María y sin más empezó a masturbarla mientras la besaba, entoces Doreen empezó a besar mi cuello y espalda desde atrás. Yo miraba fascinada disfrutando de aquello, miré a Doreen y ella me besó en la boca con pasión. Oía los gemidos, chillidos, besos, y jadeos de mis compañeras y tuve un poderoso y rápido orgasmo, antes que todas. Al recuperarme Doreen llevó mi boca a su vagina y le hice el amor oral, hasta oirla acabar. Pensé que todo acabaría allí, pero ...

... ese era solo el comienzo. Mónica dejó a Lucresia y empezó a lamer mis senos, bajó a mi vientre y me masturbó introduciendome una de sus dedos, subió su vagina a mi cara y empecé a lamersela, entonces Mónica me hizo el sexo oral. Por 2 horas estuvimos intercambiandonos de pareja. Probé los jugos sexuales de todas ellas y ellas el mío. Tuve no menos de 10 orgasmos, estaba agotada, mis piernas temblaban. Almorzamos y fuimos a la playa. Allí ellas se besaban y tocaban sensualmente sin importarles que las vieran, por ello dejé que Nicole me besara y acariciara en público. Eso me encendió sexualmente. Tomé a Nicole y volví a la casa a tirar con ella.

En la noche fuimos a un casino, vestíamos prendas diminutas que hacían que nos miraran mucho, pero no ocultábamos nuestra sexualidad.

Esa noche dormí con María, teniendo sexo dos veces.

Al descubrir que era virgen, Laureen se colocó un dildo enorme y me hizo acariciar por todas, al verme a punto de orgasmo se sentó en la cama y me hizo sentar sobre aquel enorme falo de latex, mientras la miraba a los ojos. Así perdí mi virginidad.

Han pasado 3 meses de esa salida, ahora vamos a la casa de la playa cada 2 semanas, las chicas cambian y he tinido sexo con 20 chicas de la escuela. Es impresionante la cantidad de chicas lesbianas y bisexuales que hay.