MI PRIMERA VEZ - Relatos Eróticos

MI PRIMERA VEZ

... de rodillas y te pondrás una pinza en tu pello derecho y tu sumisa te pondrás de rodillas y te colocaras una pinza en tu pecho izquierdo, según le azotaba a una o a la otra en su trasero iva de vez en cuando apretando la pinza a una o a otra en ese momento dije: Que os justa más la pinza o el azote. Las dos dijeron lo que mi Amo desee y estando haciendo esto el marido de Ana que entro nos pillo a los tres en pleno juego pero ni se inmuto yo seguí a lo mío y Antonio el marido de Ana vino a pedir perdón y que no deseaba la separación, yo encendí mi bombilla y pensé una cosa entonces le dije a Antonio tráeme papel y bolígrafo el así lo hizo entonces hice levantarse a mi sumisa y le dije siguiera azotando a Ana hasta yo dijera basta y que de vez en cuando Ana apretara las tetas de mi sumisa, mientras yo fui escribiendo en los papeles que Antonio me trajo. Entonces yo les dije a mis sumisas o sea a mi Sumisa y Ana yo os daré placer de pasear etc. etc. y de lo que sea pero nunca os daré de sexo a no ser que desee yo me acaricies etc. etc. Las dos asintieron con la cara y entonces yo le di los papeles a Antonio este los leyó y puso el grito en el cielo, entonces le dije Antonio o lo que pone en los papeles o la separación, Antonio reflexiono y dijo lo que pone en los papeles. Entonces yo dije. Mis perras desde hoy tenéis aquí a vuestro ...

... sumiso, él os hará la caza, lavara, cocinara, y os mantendrá contentas en lo que se refiere al sexo claro está que yo estaré por dencima de los tres. Llame a Antonio y cogiendo yo la fusta le mande se bajara los pantalones el boquiabierto no supo que hacer y mis sumisas estaban las dos con unos ojos como platos, Antonio se lo pensó pero se bajó los pantalones y les dije a las dos contar mientras azoto a Antonio. Una, dos, tres, cuatro, cinco y mientras Antonio se retorcía como podía cuando ellas terminaron habían contado treinta golpes, Antonio cayó al suelo y estuvo unos diez minutos tirados en el suelo. Cuando se pudo levantar le dije lunes, miércoles, y viernes iras a casa mi Sumisa, y martes y jueves aquí y al otro mes al revés y sábado y domingo vendrás aquí a recibir tu paga semanal, iras por la mañana a tu trabajo y por las tardes a limpiar la casa de las dos sumisas. Mande a Antonio se fuera de casa y entregara las llaves a Ana y casa vez que viniera a casa llamara al patio, y así lo hizo entrego a Ana las llaves y se fue y Ana entrego a mi sumisa esas llaves para que ella tuviera llaves de la casa. Durante estos años, las he adiestrado hasta sus límites, a las dos y a Antonio e ido haciendo cosas con él fue adiestrado, junto a mis sumisas, hoy soy un experimentado AMO, con cuadra, y dos perras en ella, no quiero nada más.