1. Se necesita un barbero


    Fecha: 12/04/2021, Categorías: Intercambios Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... un pequeño triángulo para resaltar su zona íntima. Leonardo no sabía por dónde empezar, empezó de arriba hacia abajo, a medida que el pubis de la mujer iba apareciendo la excitación de Leonardo iba aumentando, sus manos empezaron a temblar de la emoción y una fuerte erección le indicó que estaba ante una tentación imposible de vencer, los labios eran incitantes, su clítoris ahora despejado empezó a erguirse como un indicador de su lujuria reprimida. Leonardo sudaba copiosamente, sus manos trémulas casi no podían sostener las tijeras, asustado de poder ocasionar un corte en tan delicada zona colocó las tijeras en la camilla, la mujer que ya estaba excitada le pidió que examinara más de cerca su vagina que sentía algo molesto, Leonardo se agachó hacia esa impresionante vulva y ella tomándolo de la cabeza lo metió en su sexo, deseaba ardientemente que le hiciera sexo oral, Leonardo que se moría de ganas por probar esa vagina provocativa y húmeda empezó a lamerla arrancando gemidos de placer, muy pronto la lengua de Leonardo empezó a excitar esa mujer al extremo ,Leonardo metía y metía esa lengua arrancando bramidos de pasión, empezó como loco a lamer el clítoris erecto y el efecto fue inmediato, un orgasmo llenó de lujuria acompañado de gritos de emoción y esa impúdica mujer descargó todo esa carga de sentimientos reprimidos, Leonardo sacó su verga y penetró esa vagina húmeda, entró sin problemas, sentía sus pliegues internos como rozaban con su prepucio, los movimientos ...
    ... acompasados de su cadera hacía penetrara más y más ese pene erecto que adquirió un largor extremo, Leonardo empezó una cabalgata espectacular y sus movimientos recios y continuos hicieron aflorar en la mujer un orgasmo más intenso que el anterior, Leonardo en recompensa vertió una abundante eyaculación en su vagina recién depilada dejándola llena de semen blanquecino que sirvió de bálsamo calmante en su zona vaginal. Después de un breve descanso la mujer se paró , anudó su toalla y se entró al baño, al rato apareció enseguida de un hombre, era alto de complexión atlética, su única vestimenta era una toalla blanca anudada a su cintura, su cara estaba enmarcada por una copiosa cabellera, su torso y su espalda eran cubiertos de mucho vello, los vellos de las axilas sobresalían dándole un aspecto desagradable. El hombre se sentó en la camilla y con un gesto le pidió a Leonardo que se acercara, luego en pocas palabras le solicitó le cortara el cabello, Leonardo se esmeró en hacerle un corte clásico, cuando terminó el hombre le pidió que le arreglara una barba incipiente y le hiciera un corte de candado. Cuando Leonardo terminó exigió que le cortara el pelo de las axilas haciendo el corte con tijeras y dejándolo muy corto, cuando Leonardo creyó terminada su labor el hombre se acostó en la camilla boca abajo y le pidió a Leonardo que le quitara pelo de su espalda, como pudo empezó a trasquilar esa peluda espalda , cuando iba llegando a la cintura el hombre se quitó la toalla, ante los ojos ...
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