Había una vez... - Relatos Eróticos

Había una vez...

No sabía cuál sería la manera más fácil de poder describir mi inicio que de manera fácil y rápida en unas líneas. No quiero pensar si es bueno o malo, fue hermoso, como niño pequeño sentía cosquillas en mi vientre, cuando me llegó a dar un pequeño roce del pene de uno de mis compañeros de primaria, se dio de manera accidental. Ese fue el comienzo burdo de cómo empecé a sentir ese gusto y esa búsqueda de mi lado femenino.

Unos años ya avanzados yo tendría la edad de 13 años, siempre fui un niño con rasgos finos, labios, ojos, pies y manos. Yo empecé a esa edad a vestirme con la ropa de mi hermana, a ponerme sus blusas y pantalones, vestidos y mayones, zapatos y sandalias, siendo modesta, me veía muy bien, con el tiempo fui perfeccionando mi ser.

No era de extrañar que pasará tiempo en casa sola, de hecho lo prefería, mis papás trabajaban a altas horas y mi hermana la consumía la escuela, esto dio pauta a que mis padres salieran de trabajo, negocios, y mi hermano aprovecho esto para irse con sus amigas, ellos se iban dos semanas y con ello mi hermana se iría también, todos tomaron sus cosas y se fueron, y eso a mi me hizo feliz, tenía la casa para mi sola.

Siendo vacaciones, podría estar todo el día vestida de niña, ser como niña todo el día y la noche. Pero lo que no sabía era que todo tomaría un rumbo diferente. Mis vecinos no estaban pues les estaban arreglando su casa, iban unos cuantos albañiles, dos maestros y su aprendiz, por así llamarlo. Ellos no sabían que ...

... onda conmigo, ya que llegaron dos días después de que se fueran todos y me veían como niña y no sabían que era niño.

Era curioso y me daba miedo ya que ellos me veían cuando salía o entraba, sobre todo los maestros albañiles, ya que me veían con morbo y eso me excitaba. El jueves me vestí con una minifalda, unos zapatos descubiertos y una blusa de tirantes, claro, mi cabello era largo y me llegaba a los hombros, me pintaba los labios usaba rímel y me pinte las uñas de los pies y de las manos. Era muy sexy. Así me iba al jardín a regar las flores y acomodar el patio, sólo para provocarlos.

Pero esa misma tarde yo me fui a dormir a la sala, cuando de la nada escucho que se cae algo en el jardín, rápido corrí y cuál fue mi sorpresa, era el más joven de los albañiles, se cruzo la barda que dividía las casas y cayó sobre un arbusto. En ese momento me pide disculpas y yo le pregunte que estaba haciendo, el me dijo que quería verme pues me le hice bonita…

No sabía qué hacer, sentía cosquillas ya que era la primera vez que me sentía así por un hombre que me veía como mujer. El era alto y moreno, delgado, tenía una mala facha olía mal y estaba sucio, se entendía por su trabajo. El medía como 1.80 tenía 20 años, yo en esa entonces medía 1.70. Le dije que si quería algo de beber, me dijo que sí y entramos a la casa. Le di el vaso con agua y se lo tomo. En se momento el sentado en el sillón, yo tropecé pues aun me costaba caminar con los zapatos de mujer y caí sobre sus rodillas. ...