1. El cuñado de mi primo es mi dueño


    Fecha: 09/04/2021, Categorías: Gays Autor: alej97, Fuente: SexoSinTabues

    Iba llegando a mi casa cuando lo conocí. Estaba él con mi mamá, mi hermana y mi primo, hablando. Juro que cuando lo vi a los ojos algo sucedió enseguida, fue algo que solo un gay puede entender, es ese click que nace con solo una mirada, ¿ustedes me entienden, cierto? Pero alejé todo tipo de pensamientos sexuales porque sencillamente en el lugar donde vivo no existen los maricos. Todos son héteros. Su nombre es Andrés. Días después supe que tenía 17, aunque si me hubiera dicho que tenía 20 le hubiese creído porque se veía maduro de cuerpo para su edad. Él es delgado, cabello liso, ojos grandes pero no saltones, un poco más bajo de estatura que yo. Lo que más me gustaba de él era su nariz exacta y perfilada, la piel lisa de su cara que parecía de bebé y su sonrisa, ¿saben? Esa sonrisa linda que tienen muchos héteros. Si me siguen en ig @alfrestrada verán mi color de piel, y bueno, él es un poquito más oscuro que yo. Como ya había aceptado que Andrés me encantaba, me la pasaba en casa de mi primo más de lo normal. Y siempre sentía que él me veía por segundos y luego cuando yo lo veía apartaba la mirada y cosas así, pero no quise suponer nada y dejar mi egocentrismo a un lado. Él se vino a pasar diciembre con nosotros porque en su casa las cosas no estaban tan bien y el 31 mi primo salió con sus amigos de por aquí y lo dejó solo, fue entonces cuando aproveché para acercármele más. Compartimos unos cuantos cigarros y unas cervezas y nos fuimos acercando mucho más. Mientras los ...
    ... días pasaban ya yo lo había visto sin camisa, otros días en paño y así sucesivamente. Ya le tenía la hora marcada en la que se bañaba. Al principio todo era normal, luego notaba que me veía más de lo que debía o incluso dejaba la puerta del cuarto abierta mientras se cambiaba la ropa. Ustedes saben cuán alborotadas son nuestras hormonas y ese idiota provocándome con todo lo que tenía. Un día estábamos viendo un programa y apareció un transfor, a lo que él se refirió rápidamente: — Si se quieren meter a marico está bien, pero ¿por qué se tienen que comportar como mujeres? — Cierto. —Fue lo único que pude decir. Fue la primera vez que hablamos del tema y ahí murió. Los días pasaban y yo ya me acostumbraba a la rutina: verlo llegar de la calle, verlo comer, verlo ir al baño, verlo salir, verlo siempre, verlo, verlo. Siempre que terminaba el programa a las 11 o 12 de la noche él se iba a dormir, sin decir ni buenas noches. Tuve que aceptar que no solo me atraía sexualmente sino que me estaba gustando de verdad. A veces, incluso me quedaba a dormir en casa de mi tía y duraba horas pensándolo antes de quedarme dormido. Él dormía en la habitación de al lado. A estas alturas, yo sabía que él sabía que me encantaba y en uno de esos días en los que me quedé a dormir en casa de mi tía, sentí pasos frente a mi puerta y me levanté. Le pregunté por qué no estaba durmiendo y me dijo que no tenía sueño, me ofreció un cigarro y le dije que fumáramos en el cuarto, en el que yo dormía. Hablábamos ...
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