1. Confesiones de un potencial Adicto P.1


    Fecha: 09/04/2021, Categorías: Infidelidad Autor: monoapatin, Fuente: SexoSinTabues

    ... para mí en ese momento. Tocaba y tocaba lo cual me comenzó a animar pese a que no eran toques bruscos ni encaminados a una masturbación con final feliz, tan sólo un masaje. -No quieres nada? -se puso sugerente- Tal vez, no sé. Mi espalda está al descubierto, por qué no la disfrutas? -me dijo después de un breve silencio a su primera pregunta, ella ya sabía que tenía un cierto gustos por la espalda y caderas. Se dió la vuelta y yo comencé a besar con ligeresa, no muy apetecido, mordí y lamí, lo cual hice con más ánimos, pero tener mi verga al aire realmente me comenzó a hacer perder las razones que me contenían. La situación tan inadecuada, el engaño que propinaba a mi pareja con Patricia era de lo más vil, y justamente hacer un mal tan pero tan grande también me exitaba. Atrevidamente le pase la verga por la espalda, ella lo sintió y podía notarla jadeante al sentir el miembro en su espalda, pero no fue sino hasta que lamiendo su espalda, me encaminé a bajarle de a poco sus pantalones, introduciendo mi lengua en el inicio de sus nalgas, la metía con un ánimo que pareciera que yo era quien deseaba más ese momento, ese encuentro. Su pantalón no era el más apretado, así que fue fácl quitarlo sin desabrochar nada, dejo su culo al descubierto al que yo masajeé como si fuera una masa de hornear cualquiera, lo apretaba y apretaba, con bastante fuerza y con ambas manos, pude ver el ano, cosa que no me interesaba y más abajo una inocente entrada. Los labios de la vagina se escondían ...
    ... allí abajo, y entre masajeo y masajeo, continué subiendo el tono de la situación. Mordía sus nalgas, las lamía, pero no dejaba de apretarlas con las manos, mi verga seguía al aire sin diversión, ya que mi atención eestaba en otros lados. Como no teníamos condones, rápidamente descarté el hacer cualquier cosa de la que me arrepentiría; continué con las lamidas y masajes hasta que finalmente, una húmeda y necesitada vagina tuvo lo que quería. La sorprendía metiendo dos dedos, ella realmente no esperaba que la tocara, gemía con un buen tono, cosa a la cual no estab aacostumbrado, casi todos mis encuentros han sido más silenciosos y tranquilos, más que nada por razones de romance juvenil. Me gustaba escucharla gemir, y no me contuve. Continué con dos dedos, pero ella no era mi pareja, no le tenía cuidado y la verdad tan poco estima que de manera desconsiderada le introduje 3 dedos, quería introducir un cuarto, pero creo que hubiera sido demasiado. Con tres dedos metía y sacaba haciéndole gemir a toda voz,mi verga lastimosamente había perdido sus ganas y cayó tendida, poco exitada pese a que la situación era más agradable. - Cómo te sientes? -decía entre intensos gemidos- Cómo te sientes? -continuaba mirándome mientras mis dedos entraban en su vagina. Su vagina era extraña la verdad, fue la primera vez que la toqué, hubiera querido que fuese la última, pero no es el caso. No era del todo húmeda, tampoco era del todo seca, pero los labios algo pequeños pero calientes dejaban entrar ...
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