1. Orgia canina


    Fecha: 08/04/2021, Categorías: Zoofilia Autor: danzoo101, Fuente: SexoSinTabues

    ... dueña, mezclando su esperma con el de Carlos. Mis orgasmos fueron múltiples, uno tras otro, sintiendo su pija latir en el canal de mi vagina, anclada firmemente su sexo. Me estaba llenando de leche, tratando de fertilizarme inútilmente, cuando trató de sacármela, un suave aullido de dolor salió de la garganta de Belfort y un gemido lastimero di yo, mas de placer que de dolor. Cruzó su pata por sobre mi culo y quedamos abotonados como siempre nos ocurre. Me dediqué a gozar como una loca, disfrutando de su enorme verga atorada entre mis labios vaginales. Pero la sorpresa me sobresaltó, porque cuando miró hacia la puerta, veo a Carlos recostado en el marco de la misma, sonriente y disfrutando de lo que veía. Traté de zafar de esa situación y quise pararme con la pija de Belfort abotonada a mi concha, pero el aullido de dolor del animal y su peso me impidieron ponerme de pie. En cuatro patas traté de desabotonarme y no podía, tiraba y tiraba como lo había visto con las perras. No había pronunciado palabra alguna, pero la verdad que la vergüenza que estaba pasando me ponía más nerviosa. Nunca pensé que Carlos se iba a despertar tan pronto, pero sabía que un día me iban a descubrir en este estado: ensartada por mi perro, culo con culo, abotonados como animales. Carlos se acercó y me dijo: ¡tranquila, tranquila, disfruta del sexo!. Me quedé mas helada, porque no imaginé que Carlos lo aprobara, y para calmarme el hijo de puta me puso la pija en la boca y dijo: ¡ chúpala mamita, ...
    ... mientras gozas, no te pongas nerviosa y chupa mi pija !. La chupé hasta hacerlo acabar de nuevo, pero Belfort seguía clavado a mi culo, jadeando de placer. Carlos se paró, y dijo que lo arreglaría. No sabía lo que haría, pero volvió con un cubo de agua. Ahí recordé cuando vi una vez a mi vecina Norma, hace tiempo, en mi infancia. Un fuerte baldazo de agua fría cayó sobre mi cuerpo y el de Belfort. Tiramos violentamente, pero igual estábamos pegados, trajo mas agua Carlos y volvió a volcarla sobre nosotros al tiempo que decía: ¡Perro puto, me cogiste a la perrita!. Recién al tercer balde de agua nos despegamos, Belfort salió disparado a la cocina, con su enorme polla, llena de leche y jugos arrastrandola prácticamente por el piso. Yo con mi concha bien abierta, llena de semen y roja de excitación. Quedé tirada, hecha un desastre, en un charco de agua. El comedor era un desastre. Carlos dijo: ¡perra puta, te voy a tener que castrar, así no te alzáis más!. Me recompuse y le conté a Carlos mi secreto zoofilico, y me confesó que hacia meses que me venía observando en el parque y que supuso que con Belfort tenía algo, por la forma que lo mimaba. Además dijo que gracias a Internet, se había informado sobre la zoofilia. ¡Me gusta ser algo perverso a veces! - me dijo Carlos. Desde ese día es mi novio, pero a él le encanta cuando me ve cogiendo con algún perro. Adora echarme baldes de agua para desabotonarme, y ama cogerme antes que los perros, pues es un convencido que su semen alza a las ...
«1234...8»