1. Trastienda


    Fecha: 07/04/2021, Categorías: Confesiones Autor: nereo23, Fuente: RelatosEróticos

    ... puesto un vestido más corto y entallado, se veía que tenía un poco de sobrepeso pero aun así se notaba que sus curvas eran generosas.
    
    Ella me miro y se quedo viéndome de forma intensa, creo que me reconoció pues me sonrió con mucha calidez y entonces le dije: “¡Ah, hola! Venia por el pedido que hizo mi mama, creo que era un kilo de cebollas y….” Dude porque de pronto se me había olvidado que había pedido mi madre pero Tere de forma amable me contesto: “¡Ah, sí! También era medio kilo de chiles jalapeños y medio de zanahorias.” Me miro de forma afable y yo asentí con la cabeza, como yo soy muy tímido me sonroje pues no estaba muy acostumbrado a que una chica tan bella me mirara y me tratara de una forma así tan amable, ella rápidamente saco del mostrador una bolsa y fue tomando las verduras, las peso y las fue metiendo en la bolsa, mientras lo hacía me pregunto: “¿Y cómo está tu mami? Trabajando supongo” Yo le conteste: “Si, está en su trabajo, por eso no pudo venir.” Mientras iba poniendo las verduras en la bolsa estuvimos platicando de cosas sin importancia; nada parecía salirse del “script” habitual que suele haber entre un cliente y un vendedor. Tere termino de llenar la bolsa y me la entrego, yo le di las gracias y me dispuse a irme, no tenía que pagar por que como ya dije antes mi madre ya había pagado por adelantado, ya había caminado algunos pasos cuando de pronto escuche la voz de Tere que me llamaba; yo maldije en mi interior, lo único que deseaba era volver a ...
    ... casa pues hacia un frio de los mil demonios y aparte presentía que me llamaba por algo que no iba a ser agradable.
    
    Regrese y Tere estaba justo afuera del local, me miro con ojos un tanto apenados, o no entendía que pasaba; ¿acaso mi madre no había pagado por adelantado? A lo mejor ella pensó que lo había hecho y en realidad se le había olvidado, y para colmo yo no traía mucho dinero encima… Pero entonces Tere que lucía un poco sonrojada me dijo: “Oye, discúlpame, me da pena decirte esto pero… ¿Podrías ayudarme en algo? Es que allá atrás, tengo que acomodar unas cosas pero están muy pesadas, mi madrina no está, tuvo que salir por un rato y a mi…no me da confianza pedirle ayuda a los otros locatarios, me da miedo que me quieran manosear allá atrás. Por favor, ayúdame, si mi madrina vuelve y ve que no he acomodado esas cajas se va a enojar conmigo y a andado un poco enferma y si hace un coraje tengo miedo que empeore.” Ella me miro con ojos suplicantes, no entendía por qué razón confiaba en mi si yo era un desconocido para ella pues como ya dije apenas hasta ahora habíamos intercambiado palabra el uno con el otro. Pero como si la bella chica me hubiera leído la mente me dijo: “¡Anda, porfa! Yo se que eres un buen chico, siempre y desde que éramos niños he visto que eres muy bueno y educado con tu mama, yo se que tu eres decente, ¡Por favor!” Suspire y acepte, ella se alegro y me indico que la siguiera, entramos al local y ella por precaución y para que nadie entrara y tomara ...
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