1. Enséñamelo todo (02)


    Fecha: 06/04/2021, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Enséñamelo todo (II)
    
    Cuando volví a la habitación después de la ducha y como me había imaginado Berto tenía en sus manos mi "amiguito" de 22 cms. Su expresión era risueña casi jocosa, pero parecía encantado con el descubrimiento.
    
    Estaba envuelta en mi albornoz con un chaval de apenas 18 años echado sobre mi cama, esperando con impaciencia para follarme una vez más. Apenas 10 minutos antes me había comido su polla y su torrente de leche casi me ahoga. Estaba feliz por haberme dado este homenaje pero tenía un cierto sentimiento de culpa por usar a Berto de esa manera.
    
    Aquello me tranquilizó y me jure que este chaval jamás iba a olvidar esa tarde y que mucho tendría que trabajar la furcia que le mejorara lo que estaba dispuesta a hacerle...
    
    Me quite el albornoz y aparte el consolador de la mano de Berto. Me tiré sobre la cama y me dispuse a jugar. Tenerle como espectador me ponía más caliente. Podía ver la expresión de su rostro y como brillaban sus ojos. Pasé la punta del juguete por mis pezones muy suavemente... lentamente iban creciendo. Berto tocaba su pene aún flácido pero que enseguida despertaría. Llevé el vibrador a mi boca y lo chupé con mimo una y otra vez. No era mejor que la polla que me había tragado hacía un momento, pero el efecto de aquellos lametones sobre Berto eran letales. Una vez húmedo fui bajando el vibrador haciendo rozar su punta por todo mi cuerpo hasta llegar a la entrepierna. Allí me detuve unos momentos jugando con mi clítoris, a esas ...
    ... alturas mojado y dispuesto. Berto que no quitaba ojo del espectáculo tenía ya su verga a punto y la sostenía con fuerza dándose suaves masajes de arriba abajo. La visión de su polla hinchada me dejaba sin aliento. Cerré los ojos ante el torrente de placer que se avecinaba. Por fin introduje el vibrador en mi vagina. Creía morir, que felicidad. De una mínima presión lo llevé hasta el fondo. ¡Joder que fuerte¡ Comencé a jadear... Ahh, Ahh, Ahhhhyy... Mi mano no podía parar de sacarlo y de meterlo... más, más,... gritaba... Dios... joder... que biennnnn... De repente y en pleno camino del climax noté algo que no esperaba. El cabrón de Berto había dejado su papel de espectador y me había introducido un dedo en el culo. No lo podía creer pero aquello me excitó aún más. Yo seguía metiéndome el vibrador cada vez más rápido y más fuerte y Berto sacaba y metía su dedo en mi culo al mismo ritmo... Ahhhh... ahhh... ya... ya... yaaaaaaaa. Me estremecí por completo apreté mis piernas y creó que hasta se me saltaron las lagrimas de la alegría, mientras Berto aún con su dedo en mi culo me miraba maravillado.
    
    Me levante de la cama y corrí a la cocina. Allí busqué tan rápido como me permitía la excitación un rollo de cuerda para empaquetar. Corté un par de trozos y volví a la habitación...
    
    Cogí sus muñecas y las até a cada extremo de la cama. No se resistió. Una vez sujeto comencé a maniobrar. Estaba indefenso, a mi merced y eso me ponía. Su polla aún seguía dura y después de este día me ...
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