1. La amiga de mi hija en nuestro chalet de la sierra


    Fecha: 05/04/2021, Categorías: Transexuales Autor: carlos53jl, Fuente: CuentoRelatos

    ... ansia, empezó a besarme con pasión, mientras sus tetas clavaban sus pezones duros contra mi pecho.
    
    La situación era excitante, la forma de abrazarme y besarme indicaba el grado de calentamiento y deseo que Carol tenia, la punta de mi capullo estaba justo debajo de su coñito, yo se lo restregaba por su rajita, pero sin metérselo.
    
    Después de un rato en esta situación, Carol dejo de besarme, me mordisqueo el cuello, se arrimó a mi oído y me susurro “hazme tuya, poséeme, follame…. Follame yaaaa”, al oír aquello me excite aún más, mis brazos dejaron caer un poco su cuerpo y mi polla se clavó entera de un golpe en su coñito, Carol lanzo un gemido de placer y empezó a moverse arriba y abajo cabalgando sobre mi polla, ayudada por mis brazos. Su excitación crecía, se notaba por la forma de moverse y la forma de besarme, claro mi excitación también estaba al máximo, no podía creer que aquello estuviera pasando.
    
    Después de un rato abrazados, besándonos y saltando sobre mi polla, follándose cada vez más fuerte, sentí como apretaba más su boca contra mía, me abrazo más fuerte, se separó de mi boca lanzando varios gemidos seguidos y diciendo “me corrooooo…. Ahhhhh”, ...
    ... aquello hizo que mi polla, que estaba deseando explotar empezara a soltar 4 chorros de leche caliente dentro de su coñito, notando como alguna parte del semen se escurría de su coñito chorreando por mis huevos. La baje al suelo la tumbe sobre el sofá, yo me pajee un poco mi polla y la eche 2 chorros más de leche sobre sus tetas, ella suspirando empezó a esparcirlo con su mano, por sus tetas y sus pezones, y con la otra mano cogió mi polla llevándosela a su boca para lamer hasta la última gota de mi leche.
    
    Me tumbe en el sofá junto a ella, abrazándola con ternura, ella me dijo “quiero que ser tuya más veces…”, mirándome con su cara de dulzura. Nos quedamos medio dormidos, y al cabo casi de 1 hora, nos levantamos, ella se fue a su cama y yo recogí el trabajo, sin terminar, y me subí a la habitación a dormir con mi mujer.
    
    Casi no puedo explicarme como pudo pasar esto, pero sucedió. Durante la semana que estuvo con nosotros, lo volvimos a hacer otras 3 veces más. Después no la he vuelto a ver, aunque sigue siendo una de las mejores amigas de mi hija.
    
    Si vuelve el próximo verano al chalet y pasa algo, ya os lo contaré.
    
    Podéis enviarme vuestros comentarios. 
«1234»