1. Convirtiéndome en prostituta


    Fecha: 02/04/2021, Categorías: Dominación / BDSM Autor: ClaudiaZorra, Fuente: CuentoRelatos

    ... por sexo? ¿Como si yo fuera una puta de verdad? Puede que me haya tomado unos segundos para procesar lo que pasaba, pero me pareció horas para mí: "tener sexo por dinero... por qué no, después de todo, ya me visto y actúo como una puta”. Tratando de obtener algún tiempo extra para decidir, me apoyé en su ventana derecha, y le pregunté
    
    "¿Tienes un lugar?"
    
    A lo que dijo sonriendo: "bueno, no realmente, pero la parte trasera de mi coche es bastante grande y además, todas las ventanas están teñidas. No se ve nada".
    
    Mientras hablaba, meditaba sobre mis opciones: "Podría simplemente decir no y seguir caminando, hambrienta de sexo, o, podría decir que sí, que me coja, y que me paguen"; con eso oficialmente me convertiría en una prostituta. Ser una prostituta. Tenía un poco de sentimientos encontrados: me encantaba la fantasía... pero ¿quería que se convierta en una realidad? ¿Qué pasa si después me siento mal? Y luego, ignorando todos los contras, me dije a mí misma: "¡oh qué carajo!"... ¡Hagámoslo!
    
    - Dije, "¿Qué tal unos 80 dólares?" (quizá era una puta barata en esos días)
    
    - “Seguro, bebe. Entra. Conozco un lugar muy cercano”.
    
    Y así, me metí en su coche, listo para cruzar la línea...
    
    Así que ahí estaba yo en mi top de tubo rojo favorito, minifalda de licra bien pegadita y tacones altos... la puta clásica, en el parque, en medio de la noche, ofreciendo mi cuerpo por dinero. Caminé alrededor de la parte trasera del coche, tratando de no tener dudas sobre ...
    ... ello. En el fondo, quería hacerlo. Esa noche quería convertirme en una prostituta.
    
    Abrí la puerta y entré. Intercambiamos sonrisas, nombres y holas.
    
    - Hola amor, soy Daniel. Wow, ¡realmente tienes piernas increíbles!
    
    - ¡Gracias! Soy Claudia.
    
    Tengo que decir que él era guapo, lo suficiente para que se coja, y probablemente cuarentón. A juzgar por su buen coche, supuse que era un hombre de negocios.
    
    - ¿Así que a dónde vamos? Pregunté.
    
    - “Bueno, no tenemos que hacerlo en la parte trasera de mi auto; eso sería terrible para una chica linda como tú. Conozco un motel amigable por aquí; son bastante discretos acerca de estas cosas"
    
    Supongo que lo que quiso decir es ir a una habitación con una prostituta.
    
    - "Claro, suena bien. Pero primero, te das cuenta de que soy una tranny, cierto, no una mujer?" le advertí
    
    "Por supuesto cariño, por eso te elegí a ti", dijo. "Wow!".
    
    Condujo por algunos unos minutos, alejándose del parque. Charlamos un poco, sólo para conocernos y romper el hielo. Finalmente, allí estábamos, en un motel. Después de registrarnos, nos dirigimos a una habitación en el segundo piso. He tenido sexo en moteles antes, con algunos amigos de la oficina, pero esta vez me sentí diferente: yo era la prostituta caminando al lado de mi cliente. Había algo realmente caliente y kinky sobre todo esto. Mis tacos resonaban en el piso de madera de las escaleras. Me sentía cada vez más en celo a medida que nos acercábamos a la puerta de la habitación. Daniel ...