1. Conociendo al señor Manuel VI


    Fecha: 24/03/2021, Categorías: Anal Sexo con Maduras Primera Vez Autor: dbeni72, Fuente: xHamster

    ... cuenta el ritmo de sus dedos. Estaba tan caliente y desatada.- Manuel, por favor, mójate un dedo de la otra mano con tu saliva, y juega con mi ano.Sorprendido por lo que le pedía, pero obediente, cogió su dedo índice, y se lo introdujo en la boca, y bajó hasta mi culito, sin sacar sus otros dos dedos de la vagina.Miré hacia abajo, y la escena me puso más cachonda. Su polla erecta, y su mirada sin perder detalle de lo que ocurría entre mis piernas abiertas.De pronto noté como acariciaba mi ano. El roce de su dedo húmedo en esa zona me estaba volviendo loca, y sus dos dedos por delante los sentía cada vez más y más.- Por favor, mete tu dedo en mi culito, no me hagas sufrir más... - Le dije entre sollozos de placer.Su dedo presionó mi ano, y este se abrió, sintiendo como entraba fácilmente. La sensación de placer por detrás era indescriptible.Continuamos así un buen rato más, y Manuel poco a poco se iba animando, y ahora era él el que jugaba y movía los dedos, mientras yo me deleitaba de placer.Comencé a sentir una ligera m*****ia en mi vagina, y al mirar hacia abajo vi que había metido cuatro dedos en mi interior, y no me había dado cuenta hasta ese momento. Demasiado rápida la dilatación, me había provocado algo de dolor, así que agarré su mano para hacer que parara.- Saca un dedo, me m*****a un poco.- Le dije con calma para no asustarle.- ¿De dónde?- Me preguntó ...
    ... ingenuamente.Entonces me di cuenta que no solo tenía cuatro dedos en mi vagina, sino que por detrás debía tener alguno más.- De la vagina.Y acto seguido vi cómo volvía a meter solo dos dedos por delante. Bajé mi mano para acariciar mi sexo, y sentí sus dos dedos de nuevo entrando en mi interior, y mi curiosidad me hizo bajar mi mano más abajo para tocar mi ano, y para mi sorpresa, tenía tres dedos dentro de mi culo. Esa toma de contacto con la realidad, me hizo ponerme realmente cachonda, y comencé a tocarme el clítoris, mientras Manuel jugaba con mis agujeritos. No pude resistir más, y exploté de placer. Mi culo latía con fuerza a cada montaña de gozo de mi orgasmo, y Manuel se sorprendió al ver mi ano latir de esa manera. Estaba claro que estaba descubriendo un nuevo mundo.Lentamente le hice sacar sus dedos, y le pedí que se colocara entre mis piernas. Obedientemente se acercó, y de un solo movimiento la tenía hasta el fondo.Comenzó a moverse, primero lentamente, y luego con más intensidad, hasta que su respiración empezó a tomar fuerza, y pude disfrutar de sus latidos de calor en mi interior, cayendo rendido sobre mi cuerpo durante unos instantes.Se echó a un lado, y nos quedamos así durante unos instante, cayendo él profundamente dormido tras haberse corrido, mientras yo le acariciaba el pelo. Apagué la luz y a los pocos minutos también caí yo totalmente dormida junto a él.(Continuará...) 
«123»