1. Mis amigas las lesbianas


    Fecha: 20/03/2021, Categorías: Transexuales Autor: Mara, Fuente: CuentoRelatos

    Me aficione a las fiestas en la casona de (lo llamaré Henry) donde como anteriormente expliqué que iban personas adineradas de la sociedad a satisfacer sus instintos con travestis, transgéneros, homosexuales y lesbianas, a veces habían hasta 30 personas, otras unas 5 o 6 Henry era el último heredero de una familia originaria de España que tuvo nexos con el Porfiriato y con las clases dominantes del país en el pasado, poseedores de fábricas y comercios que les produjeron una gran fortuna, con el tiempo Henry quedó sin más familia en la ciudad, su única hermana vivía en la Ciudad de México y su hermano falleció de cáncer hacía 15 años.
    
    Henry tenía alrededor de 48 años, refinado y culto, muy promiscuo le gustaba el sexo con hombres, mujeres y tenía especial preferencia por los travestis no muy femeninos. Las reuniones las hacía en la casona que fue de sus abuelos por encontrarse en un sitio alejado y discreto, rodeada de enormes pinos y palmeras datileras. La casona estaba construida en tabique rojo y piedra amarilla, con pisos de mármol, parecía un pequeño castillo. El salón era enorme, tenía varios espejos muy grandes traídos de España por sus antepasados, algunos cuadros de sus familiares y muchos candelabros por todas partes. Tenía además muchos amplios pasillos que daban a habitaciones enormes decoradas con buen gusto con pieles de venados, pumas y lobos, con camas enormes y antiguas. La parte central del salón era dominada por una barra curva de caoba y roble con un ...
    ... espejo atado a una enorme columna cuadrada hecha de tabique rojo. En sí misma la casona era un lugar hermoso donde me quedé a dormir muchas veces después de las intensas sesiones sexuales en las que me vi envuelta. Henry viajaba mucho y con el tiempo hicimos cierta amistad por lo que él le dio indicaciones al señor que cuidaba la casona para que me dejara quedarme cuando yo quisiera.
    
    Le contaré algunas de las más memorables cogidas que recibí en ese lugar. Alfonso, era un muchacho de unos 22 años, bajito, de familia venida a menos pero siempre invitado por la alta sociedad a sus reuniones y fiestas por ser amable, alegre y despreocupado. Nos quedamos a tomar y platicamos de muchas cosas, esa noche mamá no estaría en casa y aproveché para pasar la noche en la casona. Cuando solo quedábamos unas 4 personas incluido Alfonso, nos calentamos viendo a dos lesbianas darse placer. Alfonso les suplicó que le dejaran participar pero ellas no quisieron, una de ellas le dijo: quítate lo caliente con la travesti de Mara.
    
    Así que Alfonso regresó conmigo y yo burlonamente le dije: Ya ves, no te queda otra que calmarte conmigo ¿Te acaricio? ¡Bueno, está bien! Respondió. Me arrodillé alzándome la falda entallada color naranja que llevaba ese día y mientras él se recargó en la barra le bajé un poco los pantalones y le saqué el flácido miembro. Poco a poco mis manos mágicas hicieron que se le parara o fue eso o la agradable visión que teníamos de las dos lesbianas tendidas en un enorme sofá ...
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