1. Sexo con una madura. La leche joven todo lo puede


    Fecha: 18/03/2021, Categorías: Transexuales Autor: Lobo Feroz, Fuente: CuentoRelatos

    Con la escarcha de los años sobre las sienes viene bien memorar esos momentos que alegraron los años mozos y que siguen endulzando el alma con esas sensaciones que se hacen presente continuo.
    
    La tarde lluviosa y fría facilita el recuerdo oculto en los médanos del tiempo.
    
    Fue, precisamente la costa del mar Atlántico argentino, más precisamente en San Clemente, que, con dos amigos decidimos pasar esas vacaciones, poca plata y muchas ganas, dispuestos a ganarnos cuanta mujer se nos cruzara. A los dieciocho años uno se siente Súperman, lo imposible no existe en nuestro breviario, subido en la cima del mundo, por escribir una victoria cada día.
    
    Yo era el primero en ver el sol, Edu y Seba no aportaban su presencia hasta el mediodía, se dormían todo. Esa mañana el mar era un imán, al regreso compré medias lunas para el desayuno.
    
    Camino a la casa, llevo delante la visión de una cadenciosa mujer, glúteos oprimidos, pujan por salirse del escueto short, insinuante y salvaje meneo, me lleva prendido al rítmico balanceo de sus caderas. Dos cuadras prendado de su gracejo andar y con miles de fantasías de compañero, ni me importaría pasarme de largo la vivienda con tal de seguir dentro del halo seductor de su presencia. Mira sobre su hombro, controla, maneja los hilos de la seducción, se deja admirar sabiendo que ella es el centro de todos mis pensamientos, es la capacidad innata de cada mujer que sabe del poder de seducción.
    
    Llegando a la casa que rentamos, se detuvo. ...
    ... Era la vecina.
    
    Se bien que ser joven, afable y gentil, siempre genera buena onda, cuanto más si estoy mirando y admirando a una mujer madura, ésta se sentirá agradecida por la deferencia, halagada en su ego de hembra y revalorizada como mujer. Soy uno de muchos que le agrada disfrutar de la compañía de una mujer madura, son mis preferidas porque no se andan con tantas vueltas, van o se dejan conducir directamente, saben lo que quieren y lo que buscan, cuánto, cómo y dónde. En mis experiencias son las que me dan más satisfacciones, claro está que lo de madura es solo una apreciación temporal, a los dieciocho podemos considerar madura a una muchacha de treinta y cinco, pero tampoco es cuestión de andar con el calendario a cuestas, sino con el deseo como estandarte en la batalla de los sexos.
    
    Al momento de la detención para ingresar a la casa, realicé el intento de abordaje para la conquista:
    
    -¡Gracias por el paisaje! – Rio conmigo, entró sonriendo a su casa.
    
    Salí al fondo de la casa buscando si, por esas causalidades estaba en el jardín, sí, estaba regando las plantas, tomé una pelota de tenis y se la tiré, rebotó en el piso y le dio en la pantorrilla.
    
    -¡Me alcanzas la pelota! -Giró, sabiendo quién era– ¡Acá! –Encaramado en el cerco
    
    -¡Ah! ¡Vos!, el de “las gracias por el paisaje” …
    
    -Soy Julio. –Sube a un taburete y se llega al borde de cerca, me alcanza la pelota.
    
    -Noté que no podía mover ese macetón con flores, si quieres puedo hacerlo yo.
    
    -No, es ...
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