1. Una esclava inesperada VII


    Fecha: 11/03/2021, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: Cold_P, Fuente: CuentoRelatos

    Nuevamente quiero agradecer a todos los lectores por sus índices de lecturas. Eso me motiva a seguir escribiendo. Gracias. Sin más la siguiente entrega, que es el prólogo del final.
    
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    Miércoles por la noche. No había tenido clase y estaba en el revolcadero por enésima vez en la semana. No sé porque, pero Ga estaba mucho más caliente que de costumbre (supongo que estaba por bajarle…) y a cada ocasión que se presentaba, fajábamos o nos echábamos un palo rápido.
    
    Desgraciadamente no me podía explayar, aunque Ga me dijera que la golpeara y tantas cosas más. A ella no le importaba, es más, quería que todo el mundo se enterara que cogíamos y que ella era una puta. Esa noche, ella llevaba una camisa blanca de botones y un pantalón de mezclilla. No traía bra (orden mía) y estaba con las tetas de fuera. Yo tenía la verga de fuera y ella me estaba haciendo un tratamiento oral de esos que sólo ella logró darme.
    
    En esta ocasión no había nadie, solo gente pasaba de vez en cuando, pero a nosotros nos valía gorro que nos vieran.
    
    - Hazme una rusa hasta que me corra en tu cara perra – le espeté
    
    - O.k. – dijo con su cara picara.
    
    Al voltearme a ver le solté una cachetada que ella agradeció. Las rusas son un placer que sólo las mujeres con un buen pecho pueden hacer y sólo algunas son lo suficientemente abiertas para hacerlo. Afortunadamente para mí, Ga era una de ellas y ése es un placer que no he disfrutado desde hace mucho. Cuando lo experimenté por ...
    ... primera vez, me hice adicto a la sensación. Es muy rico y muy morboso que una mujer te haga una rusa, en especial cuando tienen un pecho prominente.
    
    Ga no tardó mucho en hacerme llegar al último orgasmo del día. La corrida no fue copiosa, pues tanta ordeña de leche por parte de esa mujer, me había dejado seco, pero, aun así, le manché la cara y saboreó un poco de aquel néctar blanco que tanto le gustaba. Era y aún es una zorra.
    
    - ¿Y si la seguimos en tu casa? – me preguntó poniendo una de mis manos en su pecho y recostándose en mi regazo.
    
    - ¿Todavía quieres más? Hemos cogido todo el día… - le dije, pero agregué – Por mí no habría problema, pero mi padre se va hasta mañana en la noche y regresa hasta dentro de dos semanas. Igual y le puedes caer el viernes. ¿Te late?
    
    - Mmmm… no sé si me pueda escapar…
    
    - Ya me antojaste azotarte y torturarte estas carnes – le dije agarrando con más fuerza su teta – pero si no puedes no hay bronca.
    
    - Voy a ver… - dijo en tono vago y después de unos minutos de silencio por parte de los dos me preguntó - ¿Cold?
    
    - Dime
    
    - Estoy muy caliente. Quiero sensaciones más fuertes… – me dijo juntando su mano con la mía y apretando más su teta.
    
    - Me leíste la mente zorra. Pensaba para la próxima vez que fueras a mi casa, aplicarte algo más duro y tenía varias cosas pensadas para hacerte sentir como una idiota… - comenté mientras le pellizcaba el pezón
    
    - ¿En serio? No puedo esperar – dijo – dime, ¿qué tienes pensado?
    
    - Todo a su ...
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