1. Un romance extraño (2)


    Fecha: 07/03/2021, Categorías: Erotismo y Amor Autor: Barquidas, Fuente: CuentoRelatos

    CAPÍTULO II
    
    Y llegó el jueves, el día del enlace, y a la puerta de la iglesia concertada, como clavos y desde ni se sabe la hora, el Celestino y D. Obdulio Contreras, esperando que te esperarás a la novia y la madrina, que qué se le va a hacer, mujeres eran y ya se sabe lo que con ellas suele pasar; y a más, a más, con las novias y madrinas. Pero lo grande era lo tremendamente nervioso que estaba el Celestino, a pesar de que, en principio, con él no debía de ir nada; pero lo que se dice, nada de nada, pues era un novio de pega, de mentirijillas… Pero ahí estaba él, que, si fuera el novio de verdad, más nervioso no estaría, palabra de autor de relatos, vaya. Por fin llegó la pareja de féminas en un taxi, el “coche oficial” que para la novia D. Obdulio contratara, pues no encontró nada que le saliera más barato, a menos que él mismo se la cargara a hombros, y eso sería ya demasiado ahorrar… Vamos, digo yo.
    
    En fin, que allí estaban todos, los cuatro protagonistas del evento, pues por finales resultó que el concurso padrino y madrina, en la ceremonia religiosa, era inexcusable, por lo que D. Obdulio acabó por ser padrino oficial en la boda, por poderes, del Paco y la Raquel. Ellos, D. Obdulio y el “Celes”, el “novio de pega”, en impecable traje de calle, en color oscuro, el padrino, gris casi marengo, el “novio, azul más marino que oscuro, americana de una sola fila, camisa blanca, corbata y toda la pesca, la madrina, la Lola, embutida casi, casi que con “fórceps” en un ...
    ... vestido floreado, de fondo negro y flores blancas grandes, y rosadas, más pequeñas, en tanto la novia creyó oportuno dejar aparcado el albo vestido de novia, vistiendo en su lugar un sencillo pero elegante traje o conjunto de chaqueta y falda en azul oscuro, liso, y blusa o camisa blanca bajo la chaqueta, de pechera adornada con volantes verticales, paralelos a la hilera de botones, tocándose con un sombrero de ala ancha que, caído sobre el rostro, realzado por un lazo blanco que ceñía toda la copa del sombrero, cayéndole en dos ramos por el ala caída hacia delante.
    
    Enseguida se emparejaron, Celestino tomando del brazo a Raquel, D. Obdulio puesto junto a la “tía” y madrina de Raquel, la oronda Lola. Al momento, Celestino dijo a Raquel, mientras ambos se dirigían ya hacia la iglesia
    
    —Está usted muy guapa, Raquel
    
    —Gracias; usted también, Celestino
    
    Y añadió, señalando las flores que llevaba en la mano, su ramo de novia, las mismas que él le regalara al conocerla
    
    —He…he traído sus flores; son mi ramo de novia…
    
    —Ya, ya veo. Me agrada; me gusta que usted las use hoy, así, como su ramo.
    
    —Celestino; una cosa. Estoy muy asustada… Que esto, casarme con un hombre al que no conozco… Es que, creo que el matrimonio es una cosa muy seria… Para toda la vida… Y si…
    
    —No tiene usted de qué preocuparse; Paco es un buen hombre… Muy, muy buena persona…
    
    —¿Cómo usted?
    
    —¡Qué va!... Mucho, mucho mejor que yo… Y, además, bastante más guapo, pues yo, ya ve; un “pato mareao”, ...
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