1. Qué aburrida es la televisión


    Fecha: 03/03/2021, Categorías: Infidelidad Autor: Pepillo, Fuente: CuentoRelatos

    Pau y yo habíamos sido novios hacía muchos años y después de algún tiempo sin hablarnos y pelear nos hicimos amigos de nuevo. Ella es de cara bonita, alta, cabello oscuro, ojos cafés y tetas pequeñas igual que su trasero pero tenía algo que me gustaba: le gustaba coger y mucho.
    
    Un día me invitó a su casa. Estábamos en el sofá viendo tele y se recostó sobre mis piernas. “No te atreves”, me dijo mientras levantaba el resorte de su pantalón y dejaba al descubierto que no traía ropa interior. Alcanzaba a ver una fina línea de vello púbico. Me excité al instante. Recordé cuando éramos novios y lo mucho que me gustaba hacerle sexo oral, los largos ratos metiendo mi lengua en su vagina y lamiendo su delicioso clítoris. “¿Se te antoja?”, me preguntó al ver que me quedaba mudo. “Mucho”, le respondí lamiéndome los labios. Se quitó el pantalón, abrió completamente sus piernas para que viera su sexo, tomó mi mano y la llevó hacia su boca para lamer mis dedos y después la llevó hacia su vagina. La acaricié un poco para mojarla. Había pasado tanto tiempo de la última vez que había hecho eso pero recordaba bien lo que le gustaba. Moví despacio mi mano de arriba a abajo, masajeando sus labios y por momentos rozando el clítoris, lo que provocaba que ella cerrara los ojos y que tuviera pequeños espasmos. Empezaba a sentir la humedad de su sexo así que metí dos dedos y soltó un gemido. Se relamió los labios y me miró de esa manera pícara que tantas veces me había echado cuando teníamos ...
    ... sexo. Lentamente, metía y sacaba mis dedos sintiendo su humedad y la calidez de su sexo. Por momentos, los metía muy profundo y sentía sus fluidos mojándome la palma de la mano. Saqué mis dedos y busqué su clítoris. Quería hacerla perder la razón como antes, quería que se olvidara de todo y que me pidiera penetrarla. Se incorporó sin quitar mi mano de su sexo y me besó. Fue un beso efusivo y frenético. Lo había conseguido. No iba a parar por nada.
    
    Con mi mano libre, la presioné contra mis labios. Sus besos tenían un efecto que me calentaban al máximo. Mordía mis labios, paraba, los lamía y volvía a al ataque. Se quitó la blusa y quedó completamente desnuda. “Son tuyas”, me dijo apretando sus senos. Me abalancé sobre ellos besándolos y buscando sus pezones para lamerlos, ella presionaba mi cabeza contra ellos con la respiración agitada y poco a poco bajó la mano a mi pantalón. Desabrochó el cinturón y el botón y los deslizó descubriendo mi miembro erecto que ya estaba lubricando. Volvió a besarme y lo tomó con una mano, lentamente comenzó a bajarlo y a subirlo haciendo pequeñas pausas para bajar más la mano y acariciar mis huevos y después seguir jalando mi miembro y con su mano libre presionó mis dedos más adentro de su vagina. Me quitó la playera y me dio pequeños besos en el cuello bajando por el pecho y el abdomen hasta tener mi pene cerca de su cara. Se acercó a mis huevos y empezó a besarlos lentamente, subiendo por mi miembro hasta llegar a la punta. Sin pensarlo dos ...
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