1. Buscando un buen comienzo


    Fecha: 01/03/2021, Categorías: Incesto Autor: Axeldnm, Fuente: SexoSinTabues

    ... -¡Que guapo estás! – me dijo Ester y me dio un beso. -Lo mismo te digo. – contesté con cortesía y la verdad es que aquella noche las dos mujeres estaba de campeonato. - ¡Como está tu madre! – le dije a Luis en voz baja al pasar por mi lado y darme la mano. -Hola. ¡Que guapos venís! – dijo mi madre desde el salón cuando entraron. Estábamos los cuatro en el salón y nos sentamos. Hablábamos de todo un poco. Empezamos a cenar y poco antes de las doce acabamos y lo recogimos todo. Encima de la mesa sólo teníamos las copas, el champán y las uvas para celebrar la entrada del año nuevo. En el televisor empezaron las campanadas y todos como pudimos nos tomamos la uvas más o menos a buen ritmo. Después de la doceava campanada nos abrazábamos y nos felicitábamos diciendo nuestro lema de aquella noche, "un buen comienzo". -¡Bailemos! – gritó mi madre y se fue directamente a apagar el televisor y poner música en el equipo. -Vamos por las bebidas y los vasos. – le dije a Luis y fuimos a la cocina mientras veíamos a Ester que se unía a mi madre para bailar. Cogimos lo vasos, las bebidas y dulces y nos dirigimos al salón. Los dos nos quedamos de piedra al ver como nuestras madres bailaban en medio del salón. Muchas veces habían salido las dos solas por la ciudad y si en las discotecas bailaban de aquella manera, seguro que follarían mucho, era tan sensual verlas acariciarse y contonearse la una con la otra. -Venid chicos. Uniros a nosotras. – dijo Ester llamándonos. Nos acercamos ...
    ... intentando coger el ritmo de la música y ellas se separaron. Ester se vino hacia mí moviendo sus caderas al ritmo y sus pechos iban de un lado a otro. Me dio la espalda y se pego a mí, tomo mis manos y se las pasó por la cintura. -Teresa, ¿te importa que Jesús sea mi pareja esta noche? – le dijo a mi madre y yo sentía el calor de su cuerpo, el perfume de su pelo y su hermoso culo contra mi polla. -No, siempre que tu me dejes a Luis. -Todo tuyo. – respondió y siguió agitándose y contoneándose delante de mí. Luis y yo nos mirábamos. No nos lo podíamos creer. Nuestras madres bailaban y se contoneaban tan sensualmente que no sabíamos si acompañarlas en el baile o meterles manos. Acabó la canción y nos sentamos a tomar unas copas. El sofá era de tres plazas así que me dirigí a coger una silla. Nos sentamos y comenzamos a hablar. Las miraba a las dos y estaban radiantes aquella noche, estaban preciosas. Sus ropas hacían que tuvieran dos cuerpos de campeonato y los maquillajes les daban un aspecto como si fueran desconocidas. Sentí que empezaba a enamorarme de Ester. Ella estaba a mi derecha y me apoyé en el brazo del sofá para estar más cerca de ella y poder olerla. Al sentir que me había apoyado en el brazo me miró, me sonrió y me dio un beso en la mejilla. Mi madre estaba en la otra punta del sofá y Luis estaba en medio. Mi madre contaba cosas de los compañeros del trabajo y situaciones divertidas. Todos reíamos. Ester dijo que iba al servicio y le pidió a Teresa que la acompañara. No ...
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