1. El buen viaje


    Fecha: 26/02/2021, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    El buen viaje. Hola soy Dolores, aunque todos me llaman Lola, tengo 58 años y soy viuda, desde hace 16 años, mi marido falleció, de un terrible accidente de tráfico, un borracho se salto un semáforo en rojo y le dio de lleno, llegó muerto al hospital y los médicos no pudieron hacer nada por su vida. Me he dedicado, siempre a la enseñanza y para todo el mundo soy la "Seño Lola". Aunque ya estoy jubilada. No pudimos tener hijos, razón por la cual, me conservo muy bien, aunque siempre trate de esconder mis pechos, son de buen tamaño, con unos pezones que se me ponen muy en punta. Y siempre en el cole, lo disimulaba con ropa holgada y nada de escotes. Voy al gimnasio todos los días, hago gimnasio de mantenimiento, nada de grandes esfuerzos, pero que me ayudan a estar bien. Un día al salir del gimnasio, llovía a mares y siempre me volvía andando, era un paseo como de media hora. Me venia bien como parte del ejercicio. Con ese diluvio, no podía ir, así que intente buscar un taxi, en Málaga donde vivo, caen tres gotas y los taxis desaparecen. Así que estuve un rato esperando en la parada del autobús, para refugiarme de la tormenta y a esperar. En eso aparece un autobús, que hace una ruta circular, no me llevaba directamente a casa, porque tenia que dar toda la vuelta, así que decidí subir, quizás en 40 minutos llegaría y por lo menos no me mojaba. Así que subí de mala gana y había un asiento vacío cerca de la puerta trasera. Llovía cada vez mas y al cruzar la avenida donde, esta el ...
    ... hospital, algunos colegios y un centro comercial, un autobús que iba delante se ve implicado en un accidente, razón por la cual, todos los pasajeros se suben al nuestro. No iba hasta ese momento con mucha gente, pero con los que subieron si, aquello era como una lata de sardinas, nadie quería esperar, al próximo. Me alegré que por lo menos estaba sentada, y cuando reanuda la marcha siento que alguien se apoya en mi brazo, no le di importancia, pero claro yo iba sentada y esa persona iba de pie, al cabo de un rato vuelvo a sentir lo mismo y era un adolescente que con la vista fija en mi escote, se estaba restregando en mi brazo. Yo lo miré y tendría unos 16 años, con el típico uniforme de colegio, muy guapo por cierto y me miraba de una manera un poco libidinosa y me lanzó una sonrisa la cual yo correspondí con una discreta sonrisa. Como dándole a entender que era porque no había sitio, nada fuera de lo normal. Pero el lo interpretó de otra manera, porque empezó a hacerlo mas seguido y ya noté como se le estaba poniendo. Yo intentaba apartarme pero no había mas sitio y el bulto se hacia mas grande, lo que más me llamo la atención, era el tamaño, porque la sentía desde casi el hombro hasta el codo. Ahí fue donde caí que yo llevaba debajo del chándal, puesta una camiseta de licra, para hacer gimnasia, pero desde su posición se veía muchísimo mi escote. Yo me empecé a poner mala, intentaba que mis pezones no se pusieran duros y trataba de no pensar. Yo sentía su mirada, aunque ya ...
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