La reeducación de Areana
Fecha: 26/02/2021,
Categorías:
Hetero
Autor: señoreduardo, Fuente: CuentoRelatos
-Elena, te juro que no sé qué hacer con Areana, está insoportable; desobediente, guaranga, contestadora y además se porta pésimo en la escuela. No se va a llevar asignaturas pero la directora me llama cada dos por tres para hablarme de eso. Es insolente con los profesores y vive peleándose con sus compañeras, alborotando en clase, ¡un desastre! –explicó Eva para terminar inclinada hacia delante con el codo en la mesa y la frente apoyada en la palma de su mano derecha. Era la imagen misma de la desesperación.
-Incluso a veces un sábado va a bailar con amigas y no aparece en casa hasta el lunes. -completó
-Dieciocho años tiene años tiene Areana, ¿cierto?
-Sí, recién cumplidos.
-Plena adolescencia, Eva, la etapa de la rebeldía. –tanteó Elena mientras comenzaba a tejer su telaraña en torno de la presa que avizoraba.
-No, Elena, esto ya pasa de una rebeldía adolescente y la verdad es que me está superando. ¡Cuánto quisiera que Ricardo estuviera presente!
-Bueno, pero tu marido está muerto, Eva. No busques un escapismo por ese lado. Sos vos la que tiene que resolver el problema.
-Sí, tenés razón.
-Areana va a una escuela pública, a una escuela común, quiero decir, ¿cierto?
-Sí, claro. ¿Por?
-Me dijiste que es un desastre en la escuela.
-Sí…
-¿Y le han aplicado alguna sanción?
-No. Me dice la directora que es muy buena estudiante y que entonces, cada vez que arma un escándalo, en lugar de recurrir a las sanciones ella prefiere llamarla y ...
... tratar de hacerle ver que no está bien lo que hace, que debe cambiar su comportamiento, pero no hay caso.
-¿Lo ves? Es lo que trato de explicarte, Eva. Hace falta otra cosa con Areana.
-¿Otra cosa? ¿Qué querés decir, Elena?
-Severidad, dureza, autoridad, castigo. Enseñarle que o se porta bien, es buena chica o paga las consecuencias. ¿Me explico, Eva?
-No demasiado, porque a ver, a mi no me da el carácter para eso.
-No me refería a vos, sino a cierta señora que conozco.
Eva miró a su amiga con los ojos abiertos al máximo por el asombro.
-¡¿Cierta señora?! ¡¿Qué decís?!
-¡Ay, che, no te asustes! Es una señora especializada en la reeducación de malcriadas como tu hija y que puede hacer con ella lo que vos no hacés: tratarla con el rigor necesario para ponerla en vereda.
-No termino de entender, explicame.
-A ver, ¿alguna vez le pegaste?, o Ricardo. ¿Sabe la pendeja lo que es una buena paliza por haberse portado mal?
Eva frunció el ceño en una expresión de rechazo:
-No… Ni Ricardo ni yo somos esa clase de padres.
-Bueno, pero así les salió Areana. –dijo Elena buscando dar en el blanco.
-Sí. –admitió Eva. –A lo mejor si le hubiéramos calentado el culito a tiempo otra habría sido la historia.
-No tengas dudas de eso, Eva. Ustedes fueron muy permisivos con Areana y entonces la mocosa está convencida de que puede hacer lo que le venga en gana. Falta de límites, le dicen.
-Bueno, está bien, lo admito, no hace falta que me avergüences ...