Perversiones
Fecha: 23/02/2021,
Categorías:
Erotismo y Amor
Autor: TetasCelebres, Fuente: CuentoRelatos
... recordando la escena, lo que hizo que me volviese a empalmar y tuve que volver a masturbarme.
Quince días después, estaba trabajando en mi despacho, y casi había olvidado a Paula, pues no había vuelto a saber nada de ella, cuando se conectó al Messenger. De pronto recordé la sesión que habíamos tenido días atrás y me sentí deseos de hablar con ella. Estaba pensando si saludarla o no, cuando fue ella quien me saludó a mí.
– Hola pimpollo. ¿Qué tal?
– Bien aquí trabajando, ¿y tú?
– Muy bien gracias, ya tenía ganas de verte, pero he estado fuera de casa por unos días y no he podido conectarme.
– Me alegro de volverte a ver, pero no te puedo hacer mucho caso; estoy trabajando.
– Jajaja cielo… que no te he dicho que me pongas la cam hijo. Sólo te estaba saludando.
– Ya. Me refería a que si viene algún cliente no te podré escribir.
– Bueno tú tranquilo. Si quieres yo si te pongo la cámara para que no te olvides de cómo soy.
– Jajaja como quieras, pero no me olvido tan pronto.
Me puso la cam, y, ¡estaba denuda! La veía aún más guapa que aquel día, tenía el pelo mojado, y los pezones erizados debido al frío, pues debía haber salido de la ducha hacía poco. ¡Qué asco sentí en ese momento por el maldito trabajo!
– Joder hija, ¿tú nunca te vistes?
– Jajaja acabo de salir de la ducha, y creí que te gustaría verme así.
– Claro que me gusta, estás preciosa reina, pero estoy trabajando y no es el momento de calentarme.
– Jooo. Yo que tenía preparado ...
... un show… ¿No me dejas enseñártelo?
– Eres un terremoto, no me pongas los dientes largos.
La muy golfa se puso a bailar acariciándose las tetas y pellizcando los pezones, se daba la vuelta agachándose dejándome a la vista su escultural culo. Yo estaba poniéndome malísimo, y ella, consciente de que estaba en mi trabajo, parecía disfrutar haciéndome sufrir.
– ¿Te gusta? Mmm, estoy excitada y me apetece hacerme un dedo. ¿No quieres verlo?
– Paula no seas mala por favor.
– Anda goloso, si sé que te gusta mi coñito,- dijo abriéndose de piernas invitándome a deleitar mi vista con su raja- mira qué bonito…
– Joder si es que estás buenísima. Me estás poniendo a mil. Tengo la polla durísima.
– Mmm qué pena no verlo. Pero te tengo preparada una sorpresa. Primero tienes que ver mi actuación, y luego te la digo.
Echo la silla hacia atrás, y comenzó a acariciar su chocho, abriendo los labios vaginales y pasando sus dedos por ellos. Estaba humedeciéndose, y por su agujerito comenzó a resbalar un hilo de líquido que resbalaba hacia el agujero anal. Comenzó a acariciarse el clítoris y poco a poco fue aumentando la velocidad de la fricción, moviendo las caderas acompasando los movimientos. Metió en su coño dos dedos de la mano que tenía libre y se estuvo masturbando durante largo rato. No me quedó más remedio que sacar la polla de mis pantalones y masturbarme, al fin y al cabo la mesa me tapaba y la puerta estaba cerrada.
– Qué golfa estás echa, ya has conseguido que ...