1. Perversiones


    Fecha: 23/02/2021, Categorías: Erotismo y Amor Autor: TetasCelebres, Fuente: CuentoRelatos

    ... parte de sus fluidos y los metía en la boca.- Está delicioso, me encanta el sabor de mi coño, me excita.
    
    – Que envidia, me dan ganas de saltar a la pantalla, sigue cielo, me encanta verte así.
    
    – Mmm, que rico, sí, tócate, quiero ver cómo se te vuelve a poner duro ese capullo.
    
    ¡Claro que lo iba a ver! Me estaba poniendo malísimo de nuevo viendo como bebía sus propios jugos. Se notaba que su excitación no había disminuido, por lo que volví a acariciarme la verga despacio, estimulándola para conseguir una nueva erección. Paula se marchó un momento y volvió con un consolador de un tamaño medio. El solo hecho de imaginármela jugando con él, hizo subirme la libido, y mi polla empezó a reaccionar.
    
    – Vaya, veo que casi la tienes lista ya. ¿Te gustaría que te la chupase así?- se introdujo el dildo en la boca, realizándole una espléndida mamada que sentí como mía. Mientras chupaba se siguió acariciando el coño, empapado y abierto, al tiempo que gemía y movía las caderas. Para entonces yo estaba con la polla bien tiesa, y masajeaba los huevos con una mano, al tiempo que acariciaba el glande con la otra.
    
    – Amor, estoy muy caliente, no veas cómo me arde al chocho, que pena no tener esa verga aquí, para que me la ensartes bien adentro. ¡Ah, qué rico, qué gusto siento! ¡Vamos, menea esa polla cabrón!
    
    Sus palabras me volvían loco, sabía cómo llevar la situación y yo tenía el capullo tieso y bien mojado de mis líquidos pre seminales. Ella jugó un momento con el consolador ...
    ... pasándolo por sus pechos, erizando más si cabe sus pezones, y bajó hasta su coño, acariciando sus labios, empapando el dildo con sus jugos abundantes. Se insertó de una tacada aquel juguete, soltando un grito y arqueando la espalda. En ese momento dejé de existir para ella, pues empezó a follarse el coño como una loca, con la cabeza hacia atrás y gritando de placer algo ininteligible. Mi excitación era enorme y no podía sino gemir mientras me masturbaba sin piedad, agarraba el falo fuertemente, ejerciendo una gran presión, como intentando impedir que de él saliera nada.
    
    – ¡Ahhhhh! ¡Me corroooooo! Dios que gustoooo.
    
    – Así Paula, como me pone ese coño tuyo, fóllalo, venga quiero ver cómo te corres golfilla.
    
    – Sí, sigue hablándome, me encanta cabrón, venga suelta tu leche.
    
    – Si ya casi me co…. Ahhhhh.
    
    – Síiiiiiiiiiiiiiiiiii
    
    Fue otra corrida estupenda y unificada. Al tiempo que veía como Paula se volvía a venir, mi polla sufrió unos fuertes espasmos mientras mis huevos exprimían toda la leche que en ellos quedaba. Paula se quedó recostada en la silla, suspirando y diciendo “qué gusto, qué gusto”. Yo, casi sin fuerzas, me fui al baño a limpiarme un poco y a buscar una fregona para limpiar también la habitación.
    
    Al volver ella se había desconectado, dejándome un mensaje: “ha sido increíble, espero repetirlo pronto. Un beso, Paula.” Me disgusté al no poder despedirme de ella, pero el mensaje me daba esperanzas para volverla a ver. Limpié la habitación y me duché ...
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