1. La princesa encerrada


    Fecha: 22/02/2021, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Supertanque, Fuente: CuentoRelatos

    La nueva vecina era una morena increíble. A pesar de sus 30 años, o quizás por eso, poseía un cuerpazo y una gracia natural difícil de definir. Lo mejor de todo, es que su marido y ella iban a dormir justo encima de mi habitación. Estaba deseando escuchar los gemidos de semejante diosa toda la noche. La primera noche pensé que no lo habían hecho por el cansancio. La segunda, me pareció extraño. A la séptima me di cuenta de que algo no funcionaba en esa casa.
    
    Un viernes por la noche que regresaba de una juerga brutal la vi en el pequeño parque que tenemos delante de nuestro bloque de pisos. Estaba sentada en el columpio y parecía una niña a punto de llorar. Y mientras me acercaba a ella, me percaté de que no sabía qué demonios decirle a una mujer doce años mayor que yo. Estaba vestida con unas sandalias, una falda negra por las rodillas y una camisa blanca. Hasta que no me acerque lo suficiente no me di cuenta de que no llevaba sujetador de ningún tipo.
    
    –Hola, buenas noches. Te he visto aquí y... Seguro que no sabes ni quien soy.
    
    —El vecino de abajo.
    
    —Sí, ese, ese mismo... ¿Está bien? ¿Necesita algo?
    
    —Que me usen. Necesito que me usen.
    
    Entendí perfectamente su comentario. Alargue mi mano hacia ella y me la cogió sin rechistar. Me la lleve detrás de unos arbustos y su tumbo en la hierba. Verla en el suelo con su melena desparramada y su pecho subiendo y bajando rítmicamente y sus piernas medio abiertas era una de las cosas más eróticas que jamás había ...
    ... visto. Se levantó la falda lentamente hasta la cintura y pude ver su gran mata de pelo. Me tire encima de ella y la penetre una y otra vez con una violencia y una fuerza impropia de mí. No hubo besos ni caricias, y a pesar de eso, pude notar perfectamente el pestazo a alcohol que emanaba de su cuerpo. Todo se redujo a un brutal mete saca en la que ella se corrió varias veces antes que de que yo, follao y bien follao como venía pues había estado con mi novia, lo hiciera. Y allí la deje, pensando que nunca más iba a ser mía. La única que vez que la vi durante el fin de semana reafirmo mis sospechas, pues estaba cariñosa y juguetona con el cornudo. Y me puse celoso. No había razón. Yo también había engañado a mi novia con ella, pero, ahí estaban. Me estaban comiendo vivo. Escucharla, saber que estaba arriba, completamente sola y al mismo tiempo tan lejos de mi alcance me estaba volviendo loco.
    
    No volví a verla hasta el miércoles, en el ascensor. Venía con las compras del súper y yo salía para pasear a Bobby. Ella era una auténtica mujer, y yo un maldito crío. Yo salí, ella entro. La puerta del ascensor comenzó a cerrarse y la detuve con la mano.
    
    —¿Quieres que te vuelvan a usar?
    
    —Olvídate de ello. No era yo esa noche —Me metí en el ascensor— ¿Qué...?
    
    Le tapé la boca con tanta violencia que la empotré contra la pared al tiempo que metía mi mano por debajo de su falda.
    
    —Aprieta el botón —Ordené.
    
    Podía notar la humedad creciente de su entrepierna mientras buscaba ...
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