1. Cómo me cogí a tu madre


    Fecha: 21/02/2021, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: Arandi, Fuente: CuentoRelatos

    ... mis latidos eran tan fuertes que yo mismo escuchaba mi pecho retumbar y sentía que podría ser oído por alguien más.
    
    A veces tu mami sólo orinaba, por lo que no tardaba mucho, podía escuchar el chorrito caer en la taza hasta que un leve goteo lo daba por terminado. Ella tomaba un trozo de papel de baño y se secaba la pelambrera; en esas ocasiones se subía su calzón mientras colocaba un trozo de papel higiénico en él, justo para quedarle frente a la hendidura. Pero en otras, ella cagaba y tardaba más; yo podía oír sus pujiditos y eso me excitaba; pasaban varios minutos y yo deleitándome con aquello. Me imaginaba su ano; era como si lo pudiera ver realmente al dilatarse para liberar aquel grueso pedazo de mierda que estaba por expeler.
    
    También hubo veces que llegué a escuchar sus pedos y me daba risa; risa que contenía, claro, pues no quería que me llegara a escuchar. A decir verdad, sus pedos eran leves, apenas un suspiro, breves escapes de gases intestinales que durante su evacuación levemente se oían. Me creerás degenerado pero eso me hacía pensar que aún era virgen del ano, aunque quién sabe. Lo cierto es que yo la deseaba tanto que me hacía chaquetas en honor de aquel orificio todas esas noches. Las siguientes manchas que aparecerían en mis calzones, cuando ella los lavara, serían en su honor y ella no lo sabría.
    
    Pero bueno, llegó tu nacimiento.
    
    Cuando ella te amamantó, no sabes cuánto te envidiaba al ver cómo le mamabas aquellas tetazas que le vinieron en esos ...
    ... años. Se las chupabas con tal fruición que amenazaba con dejarla seca. Mientras la miraba darte su leche, yo fantaseaba con ser el amamantado. Quería ser yo quien le agotara la leche de sus divinos pechos, pero eso aún era una fantasía.
    
    Poco después, con los gastos que trajo tu nacimiento, tu mami le pidió al huevón de tu padre que se pusiera a trabajar de una vez por todas. Para esos días te informo que tu papá no trabajaba, ya que, según él, estudiaba. Pues bueno se le fueron cinco años en concluir la prepa, ¿y todo para qué? Para nada.
    
    Nunca salió de casa de mamá; nunca se hizo responsable de ustedes y, por supuesto, nunca se comportó como un adulto.
    
    Luego de la prepa se la pasaba tomando un cursito de esto y de lo otro, sólo para abandonarlo y nunca ejercer lo aprendido. No te miento; disque estudió repostería, reparación de celulares, carpintería, para camarógrafo... bueno, hasta de “cultor de belleza” se las dio, y nada. Nunca sacó buen provecho ni buen oficio de nada.
    
    Tu mami tuvo que ponerse a trabajar para sacar la situación adelante.
    
    Y fue así como lo conoció. Álvaro era taxista y tu mamá lo contrató de fijo para llevarla y traerla del trabajo. Y de nuevo, todo gracias a tu papi quien no se dignaba a ir por ella pese a que su jornada era nocturna. Claro que el que tu mami contara con chofer le pareció muy cómodo a tu papi y lo dejó ser. Qué se iba a imaginar que su señora le iba a terminar poniéndole los cuernos con aquél.
    
    A mí me tocó verlos una ...
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