1. Mi dulce de leche


    Fecha: 16/02/2021, Categorías: Lesbianas Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Mi obsesión se llama Lena, pelo largo rubio, ojos aceituna, estatura media, cuerpo atlético, sonrisa picarona y traviesa, muy traviesa. Demasiado para mí, castaña de ojos cielo, misma altura pero tímida, muy tímida.
    
    Aún recuerdo la primera vez que la vi, cuando mis ojos se toparon con ella una oleada de sensaciones nuevas jamás experimentadas atravesaron mi cuerpo en forma de intenso placer.
    
    Tiene que ser mía, completamente ¿pero cómo?
    
    Todo estaba perfecto. Era mi nueva compañera de clase, era mi nueva vecina, teníamos familia en común y para rematar ella me buscaba pero mi timidez en vez de acercarme me alejaba aún más de ella.
    
    Cada mañana me deleitaba mirándola clase tras clase dejando la tarea para la tarde, dedo a dedo en mi intimidad, y lo que empezó como una atracción terminó convirtiéndose en obsesión.
    
    Paso un tiempo hasta que un domingo cualquiera golpeó mi puerta.
    
    — ¡Jenni!
    
    — Ho.. hola… ¿Paso algo? — dije sorprendida.
    
    — Eh si, que bueno que te encuentro! — exclamó con una sonrisa — mira mis padres salieron por todo el fin de semana y me dejaron con mi hermano pequeño a cargo pero necesito salir un momento, ¿Puedes quedarte con él por fa…?
    
    — Si, yo… no hay problema si.
    
    — Muchas gracias, solo es un momento si.
    
    No podía creer estuviera en su casa, y su hermano dormido, ¿Por donde podría empezar a curiosear?
    
    El armario, lo más rápido y fácil de detectar. Mirar sus ligeras tangas me hacía imaginar como quedarían sobre esas nalgas ...
    ... marcadas que tanto me enloquecían. Soñaba tanto con tocarlas algún día pero por qué iría a fijarse en mí con tantísimos pretendientes tras ella. Entonces, el sonido de la puerta de nuevo. Me sorprendió lo rápido que llegó, apenas había salido.
    
    —¿Olvidaste algo?
    
    —No ¿y mi hermano?
    
    —Sigue durmiendo.
    
    Recién se lo dije se apresuró a despertarlo y mandarlo vestir. Al parecer venía ya la tía a buscarlo, «¿Pero entonces yo, para que vine?» me preguntaba.
    
    —Bueno entonces yo, ya me voy…
    
    —¿Tienes algo que hacer?
    
    —Eh.. no. Pero ya no me necesitas.
    
    — Eso es lo que tú te crees — dijo mordiéndose el labio — pero aún así, que no te necesite no significa tengas que irte.
    
    — ¿Y.. que haremos?
    
    — Ahora es que me vas a servir de verdad. Ven, acompañame a desayunar.
    
    No entendía nada pero la seguí feliz. Era ya tarde para desayunar, por lo que supuse había salido de fiesta y apenas se había despertado cuando me llamó.
    
    — Yo no tengo hambre. — afirmé.
    
    —Ah no.. dime, ¿no te gusta esto? — al tiempo se metió una cucharada de dulce de leche en la boca saboreando sensualmente sus labios rosados.
    
    — Yo…
    
    — Acabo de comprarlo para las dos.
    
    — ¿Y eso era el deber que tenías que hacer? Dije extrañada.
    
    Se río y se inclinó a escasos centímetros de mí.
    
    —¿Y?, ¿no quieres probarlo? — dijo nuevamente mordiendose sus labios.
    
    Estaba alucinando. No podía desaprovechar la oportunidad por lo que rápidamente rompí la distancia que nos separaba y nuestros labios se ...
«12»