1. Ana y una experiencia en el subte


    Fecha: 07/02/2021, Categorías: Sexo con Maduras Voyerismo Sexo Interracial Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster

    Siempre escuché como si fuera una especie de leyenda que este tipo de cosas sucedía en los subtes, pero nunca se me ocurrió que podía experimentarlo en persona.Me encontraba en un viaje de negocios por Nueva York. Aproveché para que mi mujercita me acompañara y ella estuvo encantada. Tenía una buena excusa para visitar a amigos que vivían allí, mientras yo ocupaba mi tiempo trabajando.Una mañana que yo tenía libre decidimos ir a recorrer la zona de los teatros de Broadway y, para ello, no tuvimos mejor idea que tomar el subte, ya que a esa hora no nos pareció peligroso en plena luz del día.Subimos a un vagón donde no había demasiadas personas, pero apenas dos estaciones más adelante estábamos todos apretujados como si fuera una lata de sardinas. Además el ruido y los olores corporales eran bastante insoportables.En un momento mi esposa se soltó de mi mano y la marea humana nos separó, quedando entre nosotros una distancia de unos tres metros. La gente seguía subiendo y nadie parecía bajarse, así que el aire era cada vez más irrespirable.Estaba atento a Anita, ya que ella podía sofocarse entre la gente. A pesar de todo el apretujamiento, ella parecía estar cómoda, de espaldas a un gigantesco hombre negro. Por delante se encontraba otro hombre más bajo, también negro, que según el balanceo del vagón me impedía tener contacto visual con Ana.Cada vez que nuestras miradas se cruzaban, ella me dedicaba una ligera sonrisa. Desde mi posición, yo solamente alcanzaba a verla desde ...
    ... sus hombros.En un momento pude ver que Ana miraba hacia abajo; tenía los ojos cerrados mientras se mordía los labios. También podía ver sus brazos a los costados.Tuve un ligero presentimiento pensando qué podía estar pasando; mientras veía que mi delicada mujercita levantaba la cabeza hacia el techo; estaba realmente mordiéndose los labios y sus mejillas estaban muy coloradas.En un movimiento repentino, me pareció ver que su vestido estaba levantado y arrebujado en la cintura. Recordé que esa mañana no se había puesto ropa interior, para estar más cómoda con el clima tan caluroso.En otro movimiento, pude ver que una mano oscura acariciaba las tetas de Anita, mientras que la otra la sostenía firmemente por las caderas, como si quisiera mantenerla quieta en ese lugar.Volví a mirar su cara y entonces noté que su cabeza se movía hacia adelante y hacia atrás, pero en sentido contrario al movimiento del tren; por lo tanto, no me quedaron dudas de que el tipo que tenía detrás la estaba cogiendo y él era quien provocaba esos movimientos descontrolados en mi esposa….Se trataba de un hombre negro de unos cuarenta años, bastante alto y fornido. El hijo de puta tenía el rostro contraído de placer.De vez en cuando bajaba la mirada para encontrarse con la cara de mi esposa. Noté que sus caderas se movían hacia adelante y atrás a un ritmo impresionante, realmente le estaba metiendo la verga hasta el fondo con cada movimiento.Sus manos sostenían por la cintura a mi esposa, empujándola al ...
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